León XIV y los nuevos vientos en la Iglesia: gestos hacia el colectivo LGBT+ y un diálogo pendiente con las mujeres

Con un estilo pastoral cercano y un fuerte compromiso con los sectores más vulnerables, León XIV sorprendió desde el primer día de su papado. Su perfil combina apego a los valores tradicionales con una sensibilidad social que recuerda al enfoque del Papa Francisco. A tan solo horas de asumir como pontífice, Robert Prevost dejó claro que no sería un líder convencional. Con un lenguaje accesible, gestos hacia las nuevas generaciones y un llamado a "sanar las heridas del rechazo", su llegada al Vaticano generó entusiasmo, pero también resistencias.

Entre sus primeros gestos más comentados se destacan dos ejes clave: su vínculo con el colectivo LGBT+ y su postura frente a la participación de las mujeres en la Iglesia.

Aunque se muestra abierto al diálogo y al respeto por todas las personas, León XIV aún mantiene posturas conservadoras en cuestiones de diversidad sexual: no manifestó un apoyo explícito al matrimonio igualitario ni a la inclusión de personas LGBT+ en roles eclesiásticos. Su enfoque sugiere una continuidad con la doctrina tradicional, sin avanzar -por ahora- en reformas profundas; esto lo diferencia del camino emprendido por el Papa Francisco, quien supo reunirse con jóvenes de identidades disidentes para escucharlos, contenerlos y abrirles espacios dentro de la Iglesia. Y si bien León XIV, evita el lenguaje excluyente, también marcó límites doctrinales: "La promoción de la 'ideología de género' es confusa, porque busca crear géneros que no existen", afirmó.

En cuanto al rol de las mujeres, el nuevo Papa fue claro al expresar que no adhiere a las propuestas del feminismo dentro de la estructura eclesial. En su momento, se opuso a la ordenación de mujeres como sacerdotes al considerar que "clericalizar a las mujeres no necesariamente soluciona un problema; podría generar uno nuevo".

A pesar de sus posturas firmes, León XIV se expresa desde una mirada pastoral. A través de sus redes sociales y apariciones públicas, manifestó su rechazo al aborto, la eutanasia y la pena de muerte, siempre con un tono reflexivo y centrado en la "defensa de la vida": "Estoy a favor de la vida en todo momento. Responder con venganza no está a la altura de la dignidad humana", dijo en una entrevista televisiva previa al cónclave.

El mundo observa con atención los primeros pasos de León XIV. Si bien aún es pronto para conocer en profundidad cómo abordará temas sensibles como la inclusión LGBT+ y el rol de las mujeres en la Iglesia, sus gestos iniciales permiten vislumbrar un pontificado que, aunque apegado a la tradición, podría abrir puertas a nuevas formas de diálogo.