20 Abril de 2015 11:46

La idea se le ocurrió mientras estaba en una orgía en Ibiza hace 10 años. En aquella despedida de soltera, miraba extasiada cómo una novia enloquecía sobre el cuerpo de un stripper. En ese instante vio la luz y se decidió a lanzarse a la aventura. Emma Sayle -de ella hablamos- fundó el club Killing Kittens, un exclusivo club para dar rienda suelta a la imaginación y liberarse en las más alocadas orgías.
Orgías controladas. En las fiestas Killing Kittens hay pautas bien establecidas.
Como no podía ser de otra manera, el lugar es un éxito. Ya tiene 40 mil socios en sus sucursales británicas, hace un mes desembarcó en Nueva York y el próximo paso es Los Angeles. Según publicó el New York Post, la primera fiesta se realizó en el exclusivo rascacielo Flatiron Building de Manhattan. La entrada costó 100 dólares para las mujeres solas y 250 para las parejas. En estos encuentros hay estrictos códigos: sólo se accede mediante una solicitud web acompañada de una ficha, el pago del arancel y una máscara al estio “Eyes Wide Shut”, la película de Stanley Kubrick que trata el mundo del libertinaje con edulcorante. Los hombres no pueden tomar la iniciativa y, como en cualquier lugar de estas características, NO significa NO.
A decir verdad, la propuesta de Emma Sayle no tiene nada de novedosa. Mucho menos de escandalosa. Es simplemente un club swinger para gente de poder adquisitivo alto y medio alto. En Buenos Aires hay unos cuantos.
Lo llamativo es la historia de vida de esta rubia de 36 años, que es amiga de la Duquesa de Cambridge y esposa del Príncipe William, Kate Middleton, a quien conoció en la escuela Downehouse School. En la adolescencia, las chicas participaron de una fraternidad exclusiva para mujeres llamada Sloaney. Pero eso fue en el pasado.
La princesa y la Reina de las Orgías son amigas de la adolescencia.
La rubia trascendió a la fama porque escribió un libro autobiográfico llamado “Detrás de la máscara" en el que revela algunos aspectos de su imperio sexual. Allí desliga a su amiga la princesa de cualquier correría sexual y admite que en sus fiestas han participado diputados, actores y modelos. Uno en particular -no devela el nombre- paseaba en calzoncillos por el salón mientras una de las chicas lo paseaba con una correa.
Sayle escribió un libro autobiográfico llamado “Detrás de la máscara”
De no ser por sus amistades reales, nada del otro mundo. Eso sí, hay que reconocerle el ingenio para bautizar su emprendimiento. Killing Kittens es un homenaje a la moralina, y se basa en esa frase mentirosa que dice que cada vez que una mujer se masturba, Dios asesina un gatito.