13 Octubre de 2025 17:09
El lujoso balneario de Sharm el Sheij, en Egipto, se convirtió en el epicentro de un histórico acuerdo de paz entre Hamás e Israel, liderado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Rodeado de líderes internacionales y bajo un contexto político complejo, Trump declaró que este pacto marca "el fin de una era de terror y el comienzo de una era de fe y esperanza".
La cumbre reunió a figuras clave de la política mundial, como el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi, anfitrión del encuentro; Emmanuel Macron (Francia), Keir Starmer (Reino Unido), Pedro Sánchez (España), Giorgia Meloni (Italia), Friedrich Merz (Alemania) y Recep Tayyip Erdogan (Turquía).

Erdogan, quien desempeñó un papel crucial al albergar a líderes políticos de Hamás durante años, fue señalado por Trump como un aliado estratégico en las negociaciones. También participaron líderes árabes como el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y el rey Abdalá de Jordania, quienes se comprometieron a entrenar a la nueva fuerza de seguridad palestina.
El acuerdo se firmó tras gestos significativos de ambas partes: Hamás liberó a veinte rehenes israelíes que llevaban dos años en Gaza, mientras que Israel comenzó a excarcelar a decenas de presos palestinos. En palabras del presidente estadounidense, este momento representa "el amanecer de un nuevo Medio Oriente". Trump enfatizó: "Los rehenes están de vuelta. Es la primera vez que lo digo, ¡qué bien se siente!".

La ausencia del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en la cumbre generó especulaciones. Sin embargo, Trump lo elogió públicamente: "Netanyahu no es fácil, pero es genial. Gracias, Bibi, hiciste un gran trabajo". Durante su discurso en el parlamento israelí, el knesset, donde fue ovacionado, Trump afirmó que "Israel nunca estuvo mejor ni más seguro que hoy. Hoy los niños tienen esperanza".
En un tono combativo, Trump aprovechó la ocasión para criticar a sus predecesores en la Casa Blanca. Llamó a Joe Biden "el peor presidente de la historia de los Estados Unidos" y afirmó que Barack Obama "no estaba lejos". Según Trump: "Todos quisieron lograr un acuerdo de paz en Medio Oriente, pero no lo lograron. Yo sí cumplí el objetivo".
El ambiente festivo en las calles israelíes fue destacado por el mandatario: "Nunca en mi vida vi algo como lo que vi hoy aquí. La gente está bailando en las calles, ¡ya no será amenazada!".
Sin embargo, su discurso no estuvo exento de incidentes. Fue interrumpido por dos diputados que levantaron un cartel con la palabra "genocidas", acción que fue rápidamente controlada por los agentes de seguridad. Trump bromeó sobre la situación: "¡Qué eficientes!".
El pacto firmado en Sharm el Sheij busca cerrar años de conflicto armado y tensiones políticas pero también abrir una nueva etapa para la región. Donald Trump concluyó su intervención con un mensaje esperanzador: "Que Dios bendiga a Israel, a los Estados Unidos de América y al Medio Oriente". Este acuerdo podría marcar un antes y un después en la historia del conflicto entre Israel y Palestina aunque todavía quedan más preguntas que respuestas sobre cómo se llevará a cabo y en qué condiciones esta declaración de paz.

