23 Agosto de 2018 14:42

Hoy tuvo lugar la última jornada de testimonios en el juicio que se le sigue a Julieta Silva por atropellar y matar a su novio, Genaro Fortunato, en la ciudad mendocina de San Rafael. La semana próxima será el turno de los alegatos y la sentencia.
La fiscalía quiere probar que Silva no pudo no ver a Fortunato tendido en el piso.
Y la audiencia tuvo un momento insólito cuando el fiscal Fernando Guzzo pidió sumar como elementos probatorios una bocha y un palo de hockey.
El argumento de la mala visión
Su meta era atacar la estrategia de la defensa de Silva, quien asegura que los problemas visuales que padece la acusada (astigmatismo grado tres) sumados a la lluvia de la noche del hecho determinaron que embistiera accidentalmente a Fortunato, esa noche cuando salían de un boliche.
Así, Guzzo pretendía demostrar que si Julieta -jugadora de hockey- podía jugar de noche y sin anteojos, también debería haber visto a su novio tirado en el asfalto al momento de atropellarlo.
En ese sentido, Héctor Ontiveros y Matías García, dos testigos presentes en la escena del hecho, declararon que vieron a una distancia de 60 metros a Fortunato tendido en el suelo a pesar de la poca iluminación y las precipitaciones.
Cuando declaró en el juicio oral, Silva dijo que no había visto a su novio porque era de noche y estaba manejando sin anteojos. Aseguró además que pensó que había pasado por un pozo.