18 Julio de 2025 11:50
Un nuevo y atroz femicidio conmocionó a la provincia de Santa Fe. Analía Danila Ovando, una joven de 25 años y madre de una hija, fue asesinada brutalmente dentro del bar-pool que administraba en la localidad de Villa Guillermina. Su ex pareja, Ulises Fabián Gómez, de 21 años, fue detenido pocas horas después como principal sospechoso del crimen, tras ser captado por las cámaras de seguridad huyendo en la bicicleta de la víctima. Gómez ya había sido denunciado por violencia de género, contaba con una perimetral en su contra y tenía una orden de detención vigente por desobedecer esa medida. Pero nada de eso importó, seguía libre y la mató.

El cuerpo de Analía fue encontrado en la madrugada del jueves por un vecino que, al pasar por el bar "El Moroco", notó la puerta entreabierta. Al ingresar, descubrió la escena que nunca hubiese querido ver: el cuerpo de la joven, degollado, tirado en el suelo del local. Llamó de inmediato a la Policía. La autopsia preliminar reveló que la víctima fue asesinada con un arma blanca que le perforó el cuello.
Según los investigadores, el bar, en el que Analía pasaba muchas horas sola, fue el "escenario perfecto" para que Gómez ejecutara el crimen. El fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Juan Carlos Koguc, quedó a cargo del caso y ordenó un operativo urgente que culminó con la detención del agresor en la localidad de San Antonio de Obligado, a unos 40 kilómetros del lugar del asesinato.
Los detalles de la investigación pintan un cuadro tan doloroso como recurrente. Analía ya había denunciado a Gómez por hechos de violencia. Tenía una medida de restricción vigente, que había sido violada en múltiples ocasiones. Ella vivía con miedo, pero nadie hizo nada. El agresor la seguía, la hostigaba, y aunque lo denunció, nunca lo detuvieron. ¿De qué sirve una perimetral si no la hacen cumplir?
Las autoridades confirmaron que Gómez estaba siendo buscado desde hacía días por violar la medida judicial, pero no llegó a ser detenido a tiempo. El operativo que culminó con la detención de Gómez involucró a múltiples divisiones: efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), la Brigada de Femicidios, el Departamento Forense Científico, y la Unidad Regional IX. Testigos aportaron datos clave para dar con el sospechoso.

El agresor había sido visto por última vez con una mochila en una moto Corven Triax 150cc blanca con rojo. Finalmente, fue capturado cerca de las 14 del mismo jueves. El fiscal Koguc ya lo imputó por homicidio doblemente agravado: por el vínculo y por mediar violencia de género. Analía tenía apenas 25 años. Era madre, trabajadora, y había pedido ayuda. No fue escuchada a tiempo. Y ahora, su nombre se suma a la dolorosa y creciente lista de víctimas de femicidio en la Argentina.

