17 Diciembre de 2025 08:24
En la antesala de las fiestas de fin de año, cuando el movimiento aéreo alcanza uno de sus picos más altos, el conflicto entre los controladores aéreos y el Gobierno vuelve a dejar expuestas las consecuencias del ajuste y la confrontación como política de gestión. La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) anunció un cronograma de medidas de fuerza que se extenderá entre el 17 y el 29 de diciembre y que afectará vuelos nacionales e internacionales en todo el país, tras el fracaso de las negociaciones con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).

Desde el gremio denunciaron el incumplimiento de acuerdos firmados y una negativa sistemática al diálogo por parte de la empresa estatal. En un comunicado, advirtieron que "desde la asunción de las actuales autoridades de EANA en 2024, han mostrado una intransigencia brutal y una ausencia de diálogo, no sólo para resolver las cuestiones salariales de sus trabajadores, sino también ante la grave situación operativa que venimos denunciando, ambas cuestiones siguen sin respuestas". Se trata de un sector clave para la seguridad aérea, que ya había realizado medidas en noviembre, principalmente en la aviación de carga, sin obtener respuestas concretas.
El conflicto no se limita a un reclamo salarial. ATEPSA exige la reincorporación de trabajadores despedidos sin causa en aeropuertos con emergencia dotacional, la revisión de ítems como refrigerio y trayectoria laboral, la respuesta a más de 60 reclamos operativos pendientes y la reapertura de la paritaria. Según el sindicato, todos estos puntos fueron planteados hace más de tres meses sin avances. En ese marco, alertaron sobre el deterioro del poder adquisitivo en un contexto de crecimiento sostenido de las operaciones aéreas y señalaron que "ante el constante crecimiento de las operaciones aéreas, la situación salarial es angustiante, ya que, violando los principios establecidos por OACI, los trabajadores de los servicios de navegación aérea debemos tener dos o tres actividades para llegar a fin de mes por la falta de respuestas".
Las medidas de fuerza consistirán en la restricción de autorizaciones de despegue y la no recepción ni transmisión de planes de vuelo en franjas horarias específicas, lo que provocará demoras y cancelaciones en cascada. El esquema comienza este miércoles 17 de diciembre, de 8 a 11, con afectación de vuelos de cabotaje, y se repetirá el jueves 18, el martes 23 y el sábado 27, hasta alcanzar su punto más crítico el lunes 29 de diciembre, cuando la protesta impactará sobre toda la aviación en todos los aeropuertos del país. Desde el gremio aclararon que quedarán exceptuadas las operaciones de emergencia, sanitarias, humanitarias, de Estado y de búsqueda y salvamento.

Mientras miles de pasajeros miran con incertidumbre sus planes de Navidad y Año Nuevo, el Gobierno eligió profundizar la confrontación. EANA, empresa que depende del Ministerio de Economía, calificó las medidas como "inadmisibles" y acusó al sindicato de integrar una supuesta "casta sindical" que "le da la espalda a miles de argentinos". En un comunicado, la compañía sostuvo que las protestas "pretenden afectar un servicio esencial garantizado por ley" y apuntó contra la oportunidad elegida: "en plena época de Fiestas de fin de año, en el que los vuelos son fundamentales para cientos de miles de argentinos".
La respuesta oficial volvió a cargar de contenido político el conflicto. "Una vez más la casta sindical le da la espalda a miles de argentinos y toma medidas que evidencian la clara intención de coartar las libertades y afectar el normal desarrollo de las operaciones aéreas", afirmaron desde EANA, que además acusó al gremio de intentar "tomar de rehenes a los argentinos durante los últimos días del año". Incluso fueron más allá al señalar que el objetivo del paro sería "evidente y político" y que las acciones resultarían "ilegítimas", ya que, según la empresa, el acuerdo paritario vigente "se cumplió según lo acordado".

Sin embargo, desde el sector aerocomercial advierten que el impacto de las medidas será inevitable. "Aunque el paro dure tres horas, el retraso en las salidas genera que los aviones no lleguen a destino para cumplir sus siguientes rutas, provocando cancelaciones y reprogramaciones que pueden durar todo el día", explicaron fuentes de la industria, al describir el efecto dominó que suele producirse en la operación aérea. En ese contexto, la Secretaría de Trabajo fijó una nueva audiencia para hoy , con el objetivo de evitar una escalada del conflicto. EANA aseguró mantener su "voluntad de diálogo", aunque responsabilizó al sindicato por intentar "dar por finalizada de manera unilateral la instancia de negociación".