16 Diciembre de 2025 16:13
Mientras el streaming científico del CONICET era consagrado con el Martín Fierro de Oro, una nueva expedición partía rumbo a las profundidades del Mar Argentino, en una coincidencia que condensó el alcance y los contrastes del sistema científico nacional.
El reconocimiento llegó durante la primera edición de los Premios Martín Fierro de Streaming 2025, organizados por APTRA en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, donde por primera vez un contenido científico obtuvo el máximo galardón de la noche. El proyecto premiado fue la transmisión en vivo desde el cañón submarino de Mar del Plata, desarrollada por el CONICET junto al Schmidt Ocean Institute, que también se quedó con el premio a Mejor Transmisión Especial.

La experiencia, conocida como Fondo del Mar, logró captar la atención de millones de personas y superó los 18 millones de visualizaciones a lo largo de casi tres semanas de emisión. A través de imágenes inéditas del fondo oceánico, el streaming permitió observar especies desconocidas, paisajes submarinos extremos y el trabajo cotidiano de científicos argentinos y extranjeros, generando un interés masivo por la biología marina, la oceanografía y la investigación científica en general.
El mismo día en que el equipo celebraba el reconocimiento, zarpó una nueva campaña científica en el Atlántico Sur. La expedición, denominada Vida en los Extremos, se extenderá hasta el 10 de enero y está integrada por 25 científicas, científicos y estudiantes de grado y posgrado: la misión es liderada por la bióloga María Emilia Bravo, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, y tiene como objetivo principal estudiar comunidades quimiosintéticas, ecosistemas que se desarrollan en ambientes profundos donde la vida no depende de la luz solar sino de reacciones químicas, como aquellas asociadas al metano.

La campaña se realiza a bordo del buque R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute y utiliza tecnología de última generación, entre ellas el robot submarino SuBastian, operado de manera remota. Está previsto realizar al menos 15 inmersiones transmitidas en vivo, en las que participarán equipos especializados en ecología, taxonomía de invertebrados bentónicos, zooplancton, química marina, oceanografía física, geología y geofísica marina, además de investigadores internacionales de renombre.
Durante la ceremonia de premiación, integrantes del equipo destacaron la importancia de acercar la ciencia al público general y agradecieron el acompañamiento de quienes siguieron las transmisiones, subrayando el rol clave del CONICET, la universidad pública y el sistema científico argentino.
Sin embargo, el clima de celebración también estuvo atravesado por la preocupación. El premio coincidió con un contexto de recortes y restricciones presupuestarias que afectan a la investigación científica, y varios investigadores advirtieron sobre el impacto que el desfinanciamiento puede tener en la continuidad de proyectos, en la formación de recursos humanos y en áreas estratégicas como la exploración del océano profundo.
Así, mientras un proyecto científico hacía historia al recibir el mayor reconocimiento del streaming argentino, otra misión partía hacia el fondo del mar para seguir produciendo conocimiento. Dos escenas simultáneas que reflejan tanto el potencial de la ciencia argentina del CONICET para generar interés y orgullo colectivo como las tensiones que enfrenta para sostener su desarrollo a largo plazo.

