06 Mayo de 2025 16:16

En una decisión que genera indignación y preocupación en diversos sectores de la sociedad, el gobierno de Javier Milei dio un nuevo golpe a las políticas públicas al eliminar dos fondos fiduciarios esenciales: el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONCyT) y el Fondo Fiduciario Público de Vivienda (FISU).
Esta medida, oficializada mediante el Decreto 446/2024, representa un duro revés para áreas críticas como la ciencia y la vivienda, pilares fundamentales para el desarrollo y el bienestar de la población que viene siendo castigada por otros recortes en subsidios como los de servicios públicos y también en salud.
El anuncio fue realizado por Manuel Adorni, vocero presidencial y actual candidato a legislador en la ciudad, a través de sus redes sociales. En un tono de celebración que contrasta con la gravedad de la situación, Adorni destacó que con esta decisión ya son 24 los fondos eliminados por la administración libertaria: "Estamos avanzando hacia un Estado más eficiente", afirmó contundente.
La eliminación del FONCyT y del Fondo Fiduciario Público de Vivienda no es un hecho aislado, sino parte de un patrón alarmante de desinversión en áreas estratégicas. El FONCyT ha sido, durante décadas, una herramienta clave para financiar investigaciones científicas y proyectos tecnológicos que posicionan a Argentina en el mapa global de la innovación. Sin este apoyo, el país queda rezagado en soberanía tecnológica y pierde oportunidades de desarrollo económico sostenible.
En paralelo, el Fondo Fiduciario Público de Vivienda fue un recurso esencial para reducir el déficit habitacional, una problemática que afecta a millones de familias argentinas de escasos recursos. Su eliminación agrava una situación ya crítica, dejando a más personas sin acceso a una vivienda digna y profundizando las desigualdades sociales.
La lógica detrás de estas decisiones parece ser clara: priorizar el ajuste fiscal por encima del bienestar de la población. Bajo el pretexto de "racionalizar el Estado", el gobierno de las fuerzas del cielo recortó presupuestos educativos, desfinanció universidades, paralizó programas sociales y ahora apunta directamente a la ciencia y la vivienda, comprometiendo así la soberanía y el futuro del país.
No es la primera vez que esta administración ataca fondos fiduciarios. En los últimos meses, ya se habían eliminado recursos destinados a salud, ambiente y desarrollo social. Cada uno de estos recortes representa un paso más hacia un modelo de Estado ausente, donde las necesidades básicas quedan libradas al mercado y los sectores más vulnerables son los principales perjudicados.
La comunidad científica ya alzó la voz ante esta decisión, advirtiendo sobre el impacto negativo que tendrá en proyectos en curso y en la formación de nuevos talentos. Sin inversión en ciencia y tecnología, Argentina corre el riesgo de perder a sus profesionales más capacitados, quienes buscarán oportunidades en otros países donde su trabajo sea valorado.
Por otro lado, organizaciones sociales y defensoras del derecho a la vivienda señalan que esta medida profundizará la crisis habitacional. En un contexto donde los costos de alquileres y propiedades son inaccesibles para gran parte de la población, eliminar herramientas destinadas a facilitar el acceso a la vivienda es una condena directa para miles de familias.