19 Mayo de 2025 11:02

El siempre explosivo Alfredo Casero volvió a ser protagonista, esta vez en un terreno que combina política, espectáculo y su habitual cuota de delirio. El humorista se presentó en el búnker de La Libertad Avanza para festejar el triunfo de Manuel Adorni en las elecciones legislativas porteñas, y lo hizo fiel a su estilo: entre elogios fervorosos a Javier Milei, críticas lapidarias a la Ciudad de Buenos Aires y una inesperada (y ficticia) candidatura a la presidencia... de Interama. "La Ciudad es una porquería como está", disparó Casero sin rodeos ante las cámaras de TN, mientras caminaba por el búnker con la tranquilidad de quien siente que llegó al living de su casa.
Y se quejó: "Yo vivo acá, tengo acá mi lugar y tengo mi oficina acá y es imposible pasar de noche". "Estuvo muy mal", repitió varias veces, mientras el entorno celebraba los números que posicionaron al oficialismo libertario por encima del PRO en CABA. Aunque aclaró que no pertenece formalmente a ningún espacio político -"Me invitaron y vine de curioso" confesó-, su afinidad con Milei ya no es un secreto.
En redes sociales y entrevistas supo repaldar al presidente con vehemencia casi religiosa, y esta vez no fue la excepción. "Es un tipo que nos sacó de un problema muy grande y que está trabajando solo", lo había defendido en su paso por el programa Solo una vuelta más. Y agregó: "Me parece un científico. Toda la vida dijo lo mismo y lo cumplió". Pero el momento más "caseriano" de la noche llegó cuando un periodista le preguntó si se animaría a meterse de lleno en política.
Su respuesta fue tan absurda como memorable: "Voy a ser candidato para presidente de Interama". El viejo parque de diversiones del sur porteño, clausurado hace décadas, revivió por un instante en la imaginación del actor, entre risas y flashes. Por supuesto, no faltaron dardos a los de siempre. "No quiero al PRO, no quiero a los peronistas, no quiero a los comunistas, no quiero a nadie", sentenció. Y sobre las posibles alianzas de Milei con sectores del kirchnerismo, fue contundente: "No mezcles agua con aceite porque te vas a matar". Casero, en estado puro: incendiario, sarcástico, entusiasta y radical.