24 Junio de 2025 16:17

La disputa por la herencia de la ensayista Beatriz Sarlo estalló en los últimos días luego de un grupo de escritores que cuida la obra de la autora denunciara que el encargado del edificio donde ella murió vendió parte de la colección de vinilos. El "portero", por su parte, alegó que fue declarado heredero por la difunta, quien también le pidió que se haga cargo de su gata, Niní.
"Yo, Beatriz Sarlo [...], quiero dejar certificada mi voluntad de que, en caso de mi desaparición u otro accidente, mi gata Niní deberá quedar a cargo de Alberto Meza [...]. Certifico con mi firma", se lee en uno de los documentos que presentó el encargado Melanio Alberto Meza López, quien desde febrero se enfrenta en la Justicia con el arquitecto Alberto Sato Kotani, ex marido de Sarlo, aunque nunca divorciados.
La otra evidencia que presentó el encargado, está fechada el 2 de agosto de 2024, sólo dos meses después del primer papel expuesto. "Alberto Meza quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedás a cargo de mi gata Niní, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo. Beatriz Sarlo", asegura el documento legal según la legislación local de herencias.
Es que en el país ese tipo de documentos tiene validez aunque no haya habido un escribano para corroborar su veracidad. Es por eso que los dos papeles que presentó ante el Juzgado Civil N°91 a cargo del juez Carlos Hugo Goggi el encargado, serán analizados por un perito caligráfico con el fin de corroborar su validez.
En el marco de esta disputa que promete ser larga, Meza López quedó en el ojo de la tormenta luego de que lo acusaran de vender parte de la colección de vinilos que tenía Sarlo. "En los últimos días apareció en venta en una disquería la valiosa colección de discos de Beatriz y su última pareja, Rafael Filippelli, lo que indica que Meza López estaría disponiendo del contenido del departamento con fines mercantiles", denunciaron en un comunicado firmado por diversos autores y la albacea de la colección de la escritora, Sylvia Saítta.
Quienes acompañaron la acusación son, además de la Saítta, Adriana Amante, Adrián Gorelik, David Oubiña, Ada Solari, Eduardo Stupía y Hugo Vezzetti. Allí manifestaron su acompañamiento a Sato como "su heredero" y "único familiar de Beatriz". El grupo cumple la función de resguardar el archivo y la biblioteca de la fallecida para que queden "en el CeDInCi, una institución académica de gran prestigio que da plenas garantías sobre el cuidado y el acceso público a ese patrimonio cultural".
"Respaldamos la presentación en la justicia de Alberto Sato como su heredero, único familiar de Beatriz, ya que se casaron por el Registro Civil de Buenos Aires en marzo de 1966 y nunca se divorciaron, pese a que ambos tuvieron otras parejas y Sato vive desde 1974 en el extranjero", señalaron.
La relación de Sarlo y Sato era muy buena, más allá de que estuvieran separados desde hacía décadas. Así fue que él viajó varias veces en los últimos meses de la escritora y fue quien autorizó la cremación de sus restos, entre otros trámites propios de la partida de un familiar.
Desde el lado de los autores que respaldan a Sato, aseguraron que su apoyo se funda en que "se presentó como heredero con el único propósito de crear una Fundación con los fondos de los derechos de autor y las propiedades de Beatriz para sostener económicamente el cuidado y mantenimiento del archivo y la biblioteca".
"La evidencia de esa venta de parte del patrimonio de Beatriz nos ha mostrado la importancia de hacer pública nuestra posición ante la situación. Todavía confiamos en que la Cámara revea la decisión del juez y reponga a Sato como heredero. Creemos que es la única solución para garantizar adecuadamente el cuidado del legado de una de las mayores intelectuales argentinas", pidieron desde el espacio que encabeza Saítta.