Preocupante
28 Mayo de 2025 14:33
Ricardo Darín, uno de los actores más respetados del cine argentino, enfrenta una preocupante oleada de violencia virtual que no solo busca desacreditar sus opiniones, sino que además cruza límites intolerables al atacar la memoria de su hermana Alejandra, fallecida hace apenas cuatro meses.
El detonante de esta nueva embestida contra Darín fue una reflexión que el actor realizó sobre la economía argentina durante su participación en el programa de Mirtha Legrand. Allí, Darín hizo un comentario sobre el precio de una docena de empanadas, lo que desató una serie de críticas desde sectores afines al plan económico impulsado por Javier Milei y Luis Caputo. Sin embargo, lo que comenzó como una discusión sobre precios y economía rápidamente escaló hacia un terreno mucho más lúgubre y autoritario.
Desde una cuenta anónima en X , un usuario decidió arremeter contra Alejandra Darín, quien falleció en abril de este año a los 62 años. En un acto de absoluta cobardía e insensibilidad, el comentario acusó a la actriz de haber tenido una gestión "vergonzosa" en la Asociación Argentina de Actores. Este ataque, además de ser completamente infundado, fue realizado con la clara intención de herir al actor en un momento de evidente vulnerabilidad.
La respuesta de Darín no se hizo esperar. Con una mezcla de indignación y contención, el actor escribió: "Tenés mucha suerte en que no responda semejante agresión, obviamente amparado por el anonimato. Lavate la boca antes de hablar de mi hermana, cobarde". Sus palabras resonaron entre sus seguidores, quienes rápidamente se solidarizaron con él y repudiaron la violencia del mensaje original.
Este episodio no es un hecho aislado. En los últimos tiempos, fueron evidentes los ataques de lo que comúnmente se llaman "granjas de trolls" y que en el gobierno libertario funcionan en Casa Rosada en lo que antes era el Salón de las Mujeres Argentina. Desde allí y abajo el mando del asesor presidencial Santiago Caputo, el equipo de trolls se encarga de instalar noticias falsas y desprestigiar a cualquier opositor del gobierno ya sea con un leve comentario como el de Darín o bien autoridades más fuertes de la oposición a La Libertad Avanza.
En el caso de Darín, su crítica al plan económico y su cruce con Luis Caputo —quien lo trató despectivamente como "Ricardito"— parecen haberlo colocado en la mira de sectores que no toleran opiniones disidentes. El intercambio con Caputo es otro ejemplo del tono hostil que ha marcado este episodio.
Durante una entrevista televisiva en su canal amigo LN+, el titular del Palacio de Hacienda intentó minimizar el comentario del actor sobre los precios de las empanadas con una comparación desacertada y burlona: "Todo bien si él puede comprar empanadas en 'Mi Gusto' o en Don Julio, pero las empanadas no valen eso, Ricardito". La respuesta de Darín fue contundente y dejó en evidencia la falta de respeto inherente en el uso del diminutivo: "Me trató de Ricardito, lo cual es bastante despectivo para un funcionario público votado en democracia. Deberían ser un poquito más educados".
Más allá del cruce puntual, lo que preocupa profundamente es la normalización de la violencia discursiva y el odio en las redes sociales. La agresión hacia Darín por parte de usuarios anónimos —y, en algunos casos, cuentas automatizadas o "bots"— es solo un ejemplo más del clima tóxico que parece haberse instalado desde la llegada de Javier Milei al poder en el ámbito digital.
Tal como reflexiona Ricardo Darín: "Si empezás a tener miedo de poder decir lo que pensás, sin ofender a nadie, te empezás a quedar callado y eso no está bien porque estamos en democracia". La memoria de Alejandra Darín, quien dedicó su vida al arte y dejó una huella imborrable en el teatro y la televisión argentina, merece ser honrada, no utilizada como blanco para ataques mezquinos, insensibles y con sesgos autoritarios.
