15 Julio de 2025 09:43
La tan anunciada vuelta de Mario Pergolini a la televisión con Otro día perdido no fue el fenómeno que muchos esperaban. Con una propuesta que mezcla actualidad, humor, tecnología y entrevistas, el nuevo late show de El Trece debutó este lunes con un promedio de 6 puntos de rating, bajando incluso más de un punto respecto al piso de 7,5 que le dejó el ciclo anterior, Buenas noches, familia, conducido por Guido Kaczka. El nuevo programa de Pergolini fue presentado como un "big show diario innovador y provocador", con producción de Diego Guebel y Alejandro Borensztein, y el respaldo escénico de los extraordinarios Agustín "Rada" Aristarán y Laila Roth.

A pesar del despliegue técnico, de una tribuna de cien personas y de un invitado de peso como Guillermo Francella, la audiencia no respondió como se esperaba. Mientras La Voz Argentina en Telefe lideraba cómodamente con picos de 13 puntos, el ciclo de Pergolini descendía a 5,2 pasadas las 23:10, quedando en un lejano segundo lugar. La apuesta fuerte de El Trece para renovar su prime time perdió fuerza rápidamente. A las 22:43 el programa promediaba 6 puntos, pero para las 23:12 ya había descendido más de medio punto, en contraste con el liderazgo indiscutido de Telefe.
El periodista Nacho Rodríguez fue uno de los primeros en reflejar el impacto en redes: "Pergolini bajó más de un punto del piso que le dejó Guido". El debut no pasó desapercibido para la audiencia tuitera ni para el propio conductor, que abrió la emisión visiblemente conmovido: "Mirá si me emocionaba", dijo, de traje y entre ovaciones, antes de quitarse los lentes oscuros en un gesto que evocó sus días en Caiga quien caiga (CQC). Con ironía y emoción, se permitió jugar con su historia en los medios: "Así que esto era la televisión. Lo había olvidado. Gracias a todos. Pequeñas palabras que no voy a decir, pero este es un programa que hemos pensado mucho".
Y finalmente, remató: "Es una emoción... No pensé que iba a ser tan emocionante". En su monólogo inicial, Pergolini combinó temas de actualidad política -como el arresto domiciliario de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner o la interna entre el presidente Javier Milei y su vice Victoria Villarruel- con otras polémicas más mediáticas, como el cruce entre Wanda Nara y la China Suárez, mientras Marcelo Polino tomaba el pizarrón para aportar su "cátedra del espectáculo". La participación de Paulina Cocina, quien desde un video grabado presentó "Cómo preparar un Mario Pergolini 2025", le dio un tono digital y descontracturado al arranque.
Sin embargo, la propuesta, que promete combinar cada noche entrevistas con celebridades o figuras políticas, herramientas de inteligencia artificial y una puesta moderna en los estudios de La Corte, no logró captar el interés masivo. El escenario fue presentado como una "elegante platea" más que como una tribuna televisiva tradicional, en línea con la búsqueda de un formato sobrio pero moderno. Pergolini admitió que no consume televisión y que su vínculo con el medio es más crítico que pasional. "La televisión tiene bastante menos potencia. Hoy solo se vuelve relevante si se amplifica por otras plataformas", había analizado antes de su debut.
También reconoció que su público objetivo está por encima de los 50 años y que el contenido digital será clave para lograr alcance real. "Yo necesitaba un cierre con la tele o una nueva apertura. No lo sé. Pero acá estamos y tenemos un gran programa para hacerles. Estamos súper entusiasmados. Hemos trabajado mucho para brindarles lo que viene a continuación. Si no funciona, más no podemos dar", advirtió el conductor al final de su presentación, como si ya anticipara la posibilidad de un escenario adverso. Ahora, con la vara alta y la competencia feroz, Otro día perdido deberá demostrar si puede revertir su tibio arranque o si, paradójicamente, su nombre termina siendo una premonición. Por lo pronto, el rating ya dio su veredicto: el regreso de Pergolini, al menos por ahora, quedó muy lejos del prime time.

