por Agustin Gulman
30 Julio de 2015 03:39
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Los trabajadores de la línea 60 cortan parcialmente la autopista Panamericana. Se trata de una nueva protesta, luego de los incidentes del martes, cuando fueron reprimidos al intentar cortar la mano que se dirige hacia la Capital Federal para reclamar por el fin del conflicto con la compañía Monsa. Ya llevan 35 días sin prestar servicio.
Con la advertencia de los trabajadores, la Gendarmería Nacional y la Policía Bonaerense montaron un megaoperativo sobre la Panamericana para evitar el corte del tránsito, tanto en la mano que se dirige hacia la Capital Federal como en sentido hacia la Zona Norte. El martes, en el operativo donde fueron desalojados los colectiveros, hubo alrededor de 400 gendarmes.
La cabecera de Ingeniero Maschwitz de la línea 60, fuertemente custodiada por fuerza de seguridad
Luego de una negociación con la Policía Federal, los trabajadores accedieron a dejar al menos un carril de circulación libre. El corte se produce desde las 9:25 en el kilómetro 41 del acceso a Capital, a la altura de Ingeniero Maschwitz, en el partido de Escobar.
La protesta ocurre tras la orden de la jueza María Servini de Cubría, quien ayer ordenó a los trabajadores que retomen el servicio. De todos modos, los empleados volvieron a exigir la reincorporación de los 53 trabajadores despedidos. Ante la orden de la magistrada, señalaron que sólo saldrán a conducir si la Justicia les permite no cobrar el pasaje.
Hubo 26 heridos, dos de los cuales aún permanecen en terapia intensiva.
La protesta se lleva a cabo a pocos kilómetros de la ruta 197, donde el martes fueron reprimidos en medio de un importante operativo que dejó un saldo de varios detenidos y 26 heridos, de los cuales aún dos permanecen internados en terapia intensiva.
Aunque estaba prevista una mesa de negociaciones entre los trabajadores, la empresa y los ministerios de Seguridad y Trabajo de la Provincia, ayer no hubo avances; e intervino el propio gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que ordenó a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quedar a cargo de las reuniones entre las partes.
Aún no hubo grandes avances en la mesa de negociación entre la empresa, empleados y el gobierno.
Para los delegados, la orden de la jueza Servini de Cubría es anti-judicial porque obliga a los propios trabajadores a brindar el servicio. “No puede hacer eso. A lo sumo puede obligar a la empresa a hacerlo. Pero nuestro reclamo transcurre en el ámbito de la Justicia laboral”, señalaron. Y agregaron: “En el caso de que volviéramos a salir a la calle, vamos a seguir con nuestra medida de fuerza de no cobrar boletos y queremos que las unidades sean conducidas por los compañeros que fueron despedidos”.