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¿Se puede hablar 9 idiomas?

Matthew y Michael son ingleses, gemelos y les dicen los “polyglot bros”. Entre los dos hablan más de 10 idiomas. Mirá cómo aprendieron.

28 Abril de 2015 17:30
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Mirá como Matthew hace un video hablando fluidamente en irlandés, inglés, hebreo, alemán, español, catalán, portugués, francés y hebreo (no sólo eso, entiende casi una docena más de lenguas).

 

 

Matthew vive en Berlín y trabaja en el sitio de enseñanza de idiomas on line Bubble desarrollando cursos en varios idiomas. Un compañero suyo le pidió un decálogo con consejos para iniciados. Acá, un resumen: 

1. Tener claro por qué lo estás haciendo: Puede parecer obvio, pero si no tienes un buen motivo para aprender otro idioma, es muy probable que, a la larga, se te acabe la motivación.

2. Sumergite: Matthew recomienda el “enfoque maximizado de 360°”: no importa qué herramientas uses para aprender el idioma, lo importante es que practiques todos y cada uno de los días. El mayor beneficio de hablar otro idioma es poder comunicarte con otros. Ser capaz de mantener una conversación sencilla es una recompensa increíble. Alcanzar metas de este tipo pronto hará que te sea más fácil seguir motivado y practicando:

3. Encontrá un compañero: Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, ¡quienes abordaron su primer idioma, el griego, cuando tenían solo ocho años! Matthew y Michael, adquirieron sus superpoderes a base de la tan tradicional rivalidad entre hermanos. Tener un compañero o compañera te empujará a seguir intentándolo un poco más y a permanecer motivados.

4. Mantenelo relevante: Si tu objetivo desde el principio es mantener una conversación, es más improbable que te pierdas en libros de texto y manuales. Hablar con gente hará que el proceso de aprendizaje siga siendo relevante para vos.

5. Divertite: Usa tu nuevo idioma de cualquier forma que sea creativa. Los Super Polyglot Bros practicaban el griego escribiendo y grabando canciones. Un programa de radio con un amigo, un cómic, un poema o tratá de hablar con quien puedas. Si no sos capaz de encontrar una manera divertida de practicar tu nuevo idioma, hay muchas posibilidades de que no estés siguiendo el punto 4...

6. Actuá como un niño: Aprendemos a base de equivocarnos. Cuando somos niños, se espera que cometamos errores pero cuando somos adultos, los errores se convierten en algún tipo de tabú. Es más probable que un adulto diga “no sé” antes que “no aprendí eso todavía” (no sé nadar, no sé manejar, no sé hablar inglés). Que te vean equivocándote o, incluso, teniendo dificultades es un tabú social que no afecta a los niños. Cuando aprendés un idioma, admitir y aceptar que no lo sabés todo es la llave para alcanzar crecimiento y libertad. Despréndete de tus barreras de adulto.

7. Abandona tu zona de confort: No tener miedo a cometer errores significa estar preparado para ponerte a ti mismo en situaciones potencialmente embarazosas. Esto puede dar un poco de miedo, pero es la única manera de desarrollarse y mejorar. No importa cuando estudies, nunca hablarás un idioma si no te pones a ti mismo en esa situación: hablá con extranjeros en su idioma, preguntá direcciones, pedí comida, intentá hacer chistes.

8. Escuchá: Cualquier idioma suena raro la primera vez que lo escuchás, pero cuanto más lo escuchas más familiar se vuelve y más fácil te será hablarlo. Dice Matthew: “Somos capaces de pronunciarlo todo, solo que no estamos acostumbrados a hacerlo. Por ejemplo, el sonido de “r” fuerte no existe en la variante de inglés que yo hablo, pero cuando estaba aprendiendo español había palabras con esa “r” fuerte, como “perro” o “reunión”. Para mi, la mejor manera de aprender a dominar ese sonido era oirlo constantemente”.

9. Mirá a otros hablando: Idiomas distintos demandan cosas distintas de tu lengua, labios y garganta. La pronunciación es tanto física como mental.

10. Hablate a vos mismo: Si no tenés a nadie con quién hablar en el idioma que estás aprendiendo, no hay nada malo en hablarte a ti mismo. Esto puede ayudarte a mantener nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

Bonus: ¡Relax! Nadie se va a molestar por que le hables en su idioma aunque sea mal. Si empezás cualquier interacción con un “Estoy aprendiendo el idioma y me gustaría practicar...” la mayoría de la gente será paciente, te apoyará y te animará a seguir. Incluso si hay aproximadamente mil millones de hablantes de inglés no nativos en el mundo, la mayoría de ellos preferirá hablar su propio idioma si tiene la posibilidad. Tomar la iniciativa de introducirse en el mundo idiomático de alguien facilitará el trato y los pondrá en una disposición más positiva.

 

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