01 Mayo de 2016 14:43
Por el crimen de Érica Soriano, desaparecida desde agosto de 2010, detuvieron a Daniel Lagostena, la ex pareja, acusado de “homicidio y aborto” en el marco de una causa por violencia de género. La mujer estaba embarazada cuando desapareció. Hubo marchas y movilizaciones, pero la muerte continuaba impune.
La detención fue esta mañana. Lagostena, de 54 años, cayó por decisión del juez de Garantías, Gabriel Vitale. Sucedió en la misma casa de Lanús en la que convivía con Soriano. Aunque nunca hubo pruebas, ya que el cuerpo no apareció, para el magistrado hay argumentos suficientes.
La investigación fue retomada tiempo atrás por el juez Vitale, en conjunto con el fiscal Gerardo Loureiro y un grupo de investigadores de la Policía Bonaerense. Según se supo, fue en secreto, ya que habrían existido sospechas de que Lagostena tenía informantes dentro de esa fuerza de seguridad.
En agosto de 2010 fue la última vez que vieron con vida a Érica Soriano.
A lo largo de la investigación se supo que Lagostena y Soriano volvían de una consulta con el ginecólogo cuando ella se encontraba embarazada. Desde que regresaron del médico, nunca más hubo rastros de la mujer. El detenido, en ese entonces había dicho que su pareja había ido en colectivo a la casa de su madre, aunque se constató que eso no fue de ese modo.
Para el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, “se hizo una investigación en forma espectacular”. El letrado destacó que “fueron muchos años de sufrimiento de la familia”. A pesar de que el cuerpo no hubiera aparecido a lo largo de estos años, planteó, se trata de una causa de violencia de género. En 2012, el juez Vitale ya había ordenado la detención de Lagostena por la misma causa, pero en diciembre de ese año fue liberado por falta de pruebas.
En este sentido, Mazzeo analizó que se llegó al arresto de Lagostena por medio de una extensa investigación que incluyó varias escuchas telefónicas. Incluso, el abogado recordó que siempre existieron pruebas más que suficientes para demostrar que la ex pareja de Érica era el autor del crimen.
EL CRIMEN
Según se pudo reconstruir, el 20 de agosto de 2010, Érica Soriano conversó a las 21:15 por teléfono con una amiga. Luego, nadie en su hogar ni en su círculo íntimo volvió a saber de ella. Al día siguiente, tanto su madre como la hermana se extrañaron de que no hubiera llegado a la casa de Villa Adelina en la que habían acordado encontrarse.
La familia encabezó marchas y movilizaciones para que se avance en la investigación.
Cuando se comunicaron con Lagostena, él les dijo que la joven efectivamente había partido hacia allí. Sin embargo, nunca más se supo de Érica Soriano. Con el correr de las semanas, los familiares encabezaron marchas y protestas para reclamar por la aparición de la mujer, que en ese entonces tenía 30 años. Lagostena jamás presenció las marchas, y hasta desapareció unos días de su casa.
