21 Noviembre de 2017 13:38
En febrero de 2013, Diego Hernayes, preocupado porque observaba conductas extrañas en su hija de tres años, decidió esconder un iPod en la mochilita que la niña llevaba habitualmente al jardín de infantes Tribilín, de San Isidro. Así descubrió una espeluznante situación de humillaciones, gritos y golpes. Las grabaciones del iPod de Hernayes se difundieron por televisión y estremecieron al país.
El hallazgo llevó a denuncias por "abandono de persona, amenazas y lesiones" contra las maestras Yanina Gogonza y Noelia Gallardo, la directora del jardín Noemí Nuñez, y las empleadas Mariana Buchniv y Gisela Diap. Han pasado cuatro años desde entonces. El Tribunal Oral Número 4 de San Isidro suspendió el inicio del juicio dos veces. Si el 23 de diciembre no arranca, el delito de "lesiones" prescribe. Seguirán vigentes los de "Abandono de persona" y "Amenaza agravada", pero una de los tres delitos por los cuales se las acusa se extinguirá por el simple paso del tiempo y la indolencia judicial.
Yanina Gogonza, una de las maestras acusadas.
Los audios son realmente espantosos: se escucha que a los nenes se les dicen cosas como "enfermo mental" y "vas a terminar mal", sobre un fondo de llanto constante. En un momento, a una de las nenas se le dice "decime por qué vomitaste, pendeja de mierda". Luego, "por tu bien que hayas tragado, mogólica" y "¿por qué te tengo que terminar cagando a palos?".
Los padres de algunos chicos venían notando que tenían pesadillas, cambios de humor bruscos, un temor extremo al agua... Así descubrieron que a los chicos se les hacía una especie de "submarino" en una pileta a modo de castigo.
Las pintadas de los padres reproducen cosas que las "maestras" les decían a los chicos,
Sergio Arenas, abogado de padres de chicos del colegio, se pregunta "Cuál es la fuerza superior y corrupta que impide la aplicación de Justicia, quién está parando este juicio que ya fue ordenado dos veces por la sala VI de Casación y tres veces por la Cámara de Apelaciones de San Isidro. La justicia federal debe investigar porqué el Tribunal Oral 4 de San Isidro lo suspendió dos veces. Esta causa es y será un paradigma de lo que la gente común piensa de la Justicia", resume.
Desafortunadamente, otros casos, otros abusos, otros colegios, van "tapando" en la consideración de los medios a lo ocurrido en 2013. Han pasado cuatro años y muchos de los chicos que asistían al jardín están bajo tratamiento psicológico para superar los traumas derivados de aquella experiencia horrible. Mientras tanto, los padres siguen esperando algo de Justicia y la causa se está muriendo a pura negligencia y a pura burocracia.