05 Junio de 2025 12:39

La localidad de Tres Arroyos atraviesa un horrible momento histórico tras la muerte de Rocío Villarreal y sus hijos Francesco y Tiziano que fueron asesinados por Fernando Dellarciprete, que parecía un hombre común y corriente pero que cambió la historia de su familia para siempre cuando decidió cometer el doble crimen de femicidio y filicidio; como si esto fuera poco, la historia se pone aún más oscura cuando el mismo padre de los niños de 10 y 3 años decidió quitarse la vida de la peor manera.
36 años tenía Fernando la noche en la que se suicidó tirándose debajo de un camión en plena ruta 228 pero antes ahorcó a su esposa Rocío hasta dejarla sin signos vitales. La masacre siguió cuando se llevó a los niños a bordo de su camioneta para darles el peor de los finales: los ahogó.

La justicia, que intervino en la causa desde el primer momento, la caratuló como "femicidio seguido de doble homicidio y suicidio" y quien todavía investia es la fiscal Natalia Ramos a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N.º 6. Hasta el momento, no hay mayores percusiones más que la línea del tiempo del femicidio y los filicidios; sin embargo, todavía se especula sobre el motivos de los terribles crímenes.
Sobre Rocío se supo que trabajó en un período de tiempo en el Municipio de Tres Arroyos y que vivió sus últimos días emocionada por su emprendimiento de cosmética y aromatizantes. Sobre Fernando, se dedicaba al trabajo en transporte de mercadería, en la misma línea había sido camionero y hasta había trabajado para una cervecería argentina de renombre. Ambos habían formalizado su relación a través de redes sociales y desde 2012, la pareja y sus hijos nunca dejó de mostrarse como una tradicional familia argenta.

En redes sociales, el femicida también compartía fotos de su familia, que se mezclaban con sus pasiones evidentes como los deportes extremos, los autos pero sobre todo, los cuatriciclos: se lo vio en varias fotos a bordo de estos vehículos corriendo a toda velocidad carreras en médanos.
A priori, Fernando disfrutaba de los días al aire libre compartiendo planes familiares, salidas entre ellos. Los paseos fueron compartidos por quien luego cometió los más cruentos crímenes en sus redes sociales y hasta se subió a la ola viral de convertir imágenes cotidianas en películas del estilo Ghibli... Esa fue su última foto de portada en Facebook que cambió el 16 de abril, once días antes de la matanza.
Cómo fueron las muertes
La historia de terror que vivieron las últimas horas de sus vidas Rocío y sus hijos Francesco y Tiziano comenzaron durante el miércoles 4 de mayo en la casa donde vivían los cuatro juntos sobre calle Larrea al 100 en el barrio Villa Italia. Fue en esa casa donde habían vivido como una familia tipo, fue Dellarciprete quien empezó con la matanza de toda su familia.
La primera que murió fue Rocío que fue herida de muerte con un arma blanca en manos de su quien fuera su esposo.

La masacre recién empezaba: Fernando se llevó a sus hijos a bordo de su camioneta Renault Duster blanca y manejó por la ruta 288 rumbo a la San Cayetano. Los testigos que entrevistaron las autoridades policiales confirmaron que quien acababa de cometer el femicidio tenía una actitud errática: intentó despistar el auto en la banquina y hasta se acercó a un campo para pedir un arma y agua. Momentos posteriores terminó matando a sus dos hijos en una zanjas y, según se pudo establecer, habían sido ahogados.
El acto de violencia extrema del asesino terminó una manera catastrófica: se lanzó al frente de un camión Mercedes Benz a la altura del kilómetro 69 donde se quitó la vida trastocando la vida de los apacibles vecinos de Tres Arroyos para siempre. Ante este horripilante hecho, la escuela de los niños fallecidos decidió suspender las clases ni bien se confirmó la identidad de toda la familia Villarreal-Dellarciprete.

La Policía Bonaerense, la Policía Científica de Necochea y la Unidad Fiscal de Instrucción que investigaron el caso en conjunto, se encontró con la escena más atroz: dentro del zanjón yacían los cuerpos ya sin vida de Tiziano y Francesco mientras que Fernando Dellarciprete yacía sobre el asfalto.