04 Febrero de 2019 17:03
A poco de cumplirse cinco años y medio del crimen de Nicolás Vázquez, detuvieron al ex comisario que le disparó, Héctor Amarilla. Nicolás tenía 17 años cuando fue asesinado el 25 de septiembre de 2013 tras una persecución policial. Amarilla figuraba como uno de los prófugos más buscados del país.
Lo detuvieron: el prófugo abrió la puerta y estaba en traje de baño y ojotas.
Amarilla fue imputado por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por su condición de funcionario público". Nicolás había salido de un local de ropa deportiva, ubicado en la peatonal 9 de Julio y Oncativo en Lanús, en donde Amarilla cumplía servicios de seguridad, a modo de segundo empleo.
Se probó algunas remeras y salió del negocio con una camiseta de la selección española. Al activarse las alarmas, comenzó a correr. Amarilla lo siguió. A las pocas cuadras, la víctima intentó detenerse y demostrar que no había robado nada. Amarilla sacó su arma y comenzó a disparar.
Según testimonios recogidos en la causa, corroborados por las cámaras de seguridad de la zona, primero disparó al aire. El joven detuvo su carrera y caminó hacia el policía mostrándole las manos vacías. Amarilla, que en esos momentos era el jefe de la comisaría 2° de Lanús, apoyó la pistola en el cuello del sospechoso y gatilló.
Así lucía al momento de fugarse.
Como si fuera poco, Amarilla suma seis causas más por abuso de la autoridad y fue exonerado de la fuerza luego de que la familia denunciara que continuaba figurando en actividad pese a mantenerse prófugo de la Justicia.
Según confirmaron los investigadores consiguió un arma con la numeración limada -denunciada como robada por un policía- y se disparó en una pierna a la guardia del hospital Narciso López. Como parte de su coartada, comenzó a divulgar que se había enfrentado con un ladrón.
Para probar su declaración entregó a la Justicia su pistola reglamentaria y la que supuestamente había utilizado el delincuente. Pero con el registro de las cámaras de seguridad, declaraciones de testigos y peritajes balísticos quedó acorralado y fue imputado por homicidio. La información sobre el pedido de detención le llegó muy rápido por lo que organizó su fuga.
La mamá y la hermana de Nicolás Vazquez.
Desde la Unidad Funcional de Instrucción N°8 de Lomas de Zamora confirmaron que el Amarilla había sido localizado en Paraguay pero que no podrían ubicar la dirección exacta donde se refugiaba para pedir la colaboración de las autoridades del país vecino.
Una nueva pista instaló la posibilidad de detenerlo. Los detectives estaban convencidos que el ex comisario regresaría a la Argentina debido a que la hija había dado a luz a un niño y se sospechaba que el prófugo haría una rápida visita a su familia para conocer al nieto.
Debido a ello, se montó un operativo de vigilancia en los lugares donde vive su familia y así se logró localizarlo y detenerlo. Como si fuera poco, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecía una recompensa de 500 mil pesos por información sobre el ex policía y en los últimos días un informante se comunicó para aportar la posible dirección en la que se escondía el imputado.
La detención se dio en el momento en el que se encontraban reunidos en familia. Los agentes tocaron el timbre, el hombre buscado abrió la puerta. Ahora, Amarilla quedó a disposición del fiscal 8 de Lomas de Zamora Nicolás Kazewski, a cargo de la causa.
