14 Septiembre de 2015 13:47

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Es probable que Leandro Yamil Acosta y Karen Klein, hermanastros y novios, nunca hayan leído las teorías freudianas sobre el acto de matar al padre y devorarlo como acto primitivo. Ni sepan de la existencia de Carta al padre, el alegato de Kafka contra la autoridad paterna, ni de la tragedia griega de Edipo o de los Hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski que aborda el tema del parricidio. Lo real es que los jóvenes están acusados de matar y de descuartizar a Myriam Kowalczuk -madre de Leandro Acosta, de 25 años- y Ricardo Klein, padre de Karen, de 22.
Ocurrió en Alberti, en el partido de Pilar. Los cuerpos fueron descuartizados y quemados, aunque el del hombre aún no apareció, por lo que la Policía no descarta que también se hayan cometido actos de canibalismo. “El los mató, yo sólo limpié la escena del crimen”, habría declarado la chica.
La casa donde vivía la familia, en la localidad bonaerense de Alberti.
El móvil del doble crimen no está claro. Pero los pesquisas creen que fue planificado desde hace meses. Los acusados simularon que sus padres desaparecieron. ¿Acosta anunció el crimen a un vecino? “Le habría dicho que iba a vengarse de los padres porque maltratataban a sus hijos mellizos de once años, que habrían presenciado los asesinatos”, dijo una fuente del caso. En el lugar, los uniformados encontraron una pistola calibre 9 milímetros Bersa, una escopeta 12/70 y tres hachas.
Las razones de un parricida
"En la mayoría de los casos hay algo hereditario, una predisposición. Esto no significa que sí o sí se desencadene una conducta criminal. Generalmente el que comete parricidio es una persona que se ha sentido humillado y castigado sus progenitores y esto le va creando un delirio que puede llevarlo al suicidio o a terminar con la vida de sus progenitores", opinó el perito psiquiátrico Miguel Maldonado a La Nación.
Miguel Maldonado cree que hay un patrón similar en los casos de parricidios.
En esta nota, BigBang hace un repaso por los casos de parricidios más famosos de la historia policial argentina.
Un baúl lleno de misterio
?El 30 de mayo de 1981 quedó en la historia del crimen argentino como una fecha histórica: Sergio y Pablo Schoklender asesinaron a sus padres Mauricio y Cristina en su piso de Belgrano. Los cuerpos fueron encontrados en el baúl del Dodge Polara de la familia, que apareció estacionado en la avenida Coronel Díaz al 2500, en Palermo. Los hermanos fueron condenados y ahora están libres. El móvil del crimen nunca quedó claro. Siempre sobrevoló la versión de que la madre era alcohólica y abusaba de uno de sus hijos, y que su padre los maltrataba. “Algún día contaré la verdad”, dijo Schoklender hace unos años, pero parece que ese día no ha llegado.
Sergio nunca quiso hablar sobre el doble crimen de sus padres.
El doble crimen ocupó las páginas policiales de los diarios y las revistas.
?Los “nuevos” Schoklender
En el edificio de Chacabuco al 500, en San Telmo, el 27 de marzo de 1998 el ex gerente de Techint,Ramón Da Bouza, fue asesinado de tres balazos por sus dos hijos Santiago y Emmanuel. Después llamaron a la Policía y denunciaron que su padre había sido atacado por delincuentes. Los hermanos fueron condenados a perpetua hace 15 años. Una testigo había dicho que la víctima trataba a sus hijos “como un perverso dictador”. Otra testigo declaró: "La relación de Ramón con Emanuel y Santiago era muy torturada, iba y venía. Necesitaba que estuvieran con él y los hería. Ramón no podía con sí mismo". Un detalle de color: el abogado de los Da Bouza fue Schoklender, que después dejó el caso.
Los hermanos Da Bouza quisieron hacer creer que su padre había sido asaltado.Foto: Diario Popular.
El ingeniero Da Bouza vivía en San Telmo.
Las hermanas satánicas
Cualquiera que pase por la calle Manuela Pedraza al 5800, en Saavedra, verá un PH blanco. A simple vista, eso no dice nada. Pero el 27 de marzo de 2000, en esa casa, Juan Carlos Vázquez fue asesinado de 100 puñaladas. Se lo llamó “el caso de las hermanas satánicas”.
“Creían que el padre era el diablo, en el cuerpo le escribieron 666
El perito Osvaldo Raffo solía mostrar el video de la autopsia y de la escena del crimen. “Creían que el padre era el diablo, en el cuerpo le escribieron 666”, recordó Raffo.
Las hermanas Vázquez con su padre. Es la única foto que se conoció de los protagonistas de la historia.
Sus dos hijas fueron detenidas. Una de ellas, al parecer, no tuvo nada que ver y sólo fue testigo.
La casa de las hermanas satánica nunca pudo ser alquilada. Los dueños se ocuparon de limpiar el espantoso cuadro a baldazos de agua con lavandina. Estuvieron cinco días para sacar todas las manchas. Nunca pudieron alquilarla.