16 Octubre de 2025 10:53
Azul Semeñenko, de 49 años, fue hallada asesinada en un canal de Valentina Norte, Neuquén. El informe forense confirmó que murió por heridas punzocortantes y golpes en el rostro. Era empleada estatal y militante por los derechos de las víctimas. La justicia investiga el caso como un transfeminicidio. El cuerpo apareció flotando en un canal de desagüe en Valentina Norte Rural, envuelto en una bolsa plástica, en avanzado estado de descomposición. Lo encontró una pareja que paseaba a sus perros, sin imaginar que esa escena se convertiría en el epílogo de una búsqueda desesperada que conmovió a Neuquén durante tres semanas.

Este miércoles por la noche, el Ministerio Público Fiscal confirmó que el cuerpo pertenece a Azul, la mujer trans que había desaparecido el 25 de septiembre. Empleada del Estado provincial, trabajaba en la Dirección de Protección Integral contra las Violencias y era reconocida por su compromiso con la defensa de los derechos humanos. El informe preliminar de la autopsia fue contundente. Según el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, "sufrió heridas punzocortantes en la zona del tórax y brazos que le provocaron la muerte", además de fracturas en el rostro.
Por la brutalidad del ataque y la identidad de la víctima, la fiscalía confirmó que se investiga el hecho como transfeminicidio. La investigación está a cargo de la fiscal Guadalupe Inaudi, de la Unidad de Delitos contra las Personas, junto al fiscal jefe Agustín García y la responsable del Servicio de Atención a la Víctima y Testigos, María Laura Ciallela. "Nos reunimos con los familiares de la víctima para informarles los avances del caso y garantizar su acompañamiento", comunicaron oficialmente desde el MPF. Azul había sido vista por última vez el 25 de septiembre, cuando se dirigía al hospital Castro Rendón para un turno médico.
Era su cumpleaños número 49. Desde ese día, su teléfono registró una última señal a las 4:20 de la madrugada, cerca del río Limay. Desde entonces, no se supo más nada de ella. Sus compañeras de trabajo fueron las primeras en advertir su ausencia. "No se presentó a trabajar, cuando habitualmente lo hacía de forma rigurosa. Azul era una mujer muy responsable, comprometida y de avisar si faltaba", contó Evangelina González, psicóloga del Centro de Atención a la Víctima, donde ambas compartían distintas tareas. "Hicimos una actividad diferente por los 30 años del Centro de Atención a la Víctima en Casa de Gobierno. Ella no fue", relató.

Durante tres semanas, la búsqueda fue incesante. Se rastrillaron márgenes del Limay, se tomaron testimonios, se difundieron afiches, y se realizaron marchas con un reclamo unánime: "¿Dónde está Azul?". El hallazgo del martes trajo la peor de las respuestas. La noticia generó conmoción en toda la provincia. Organizaciones feministas, colectivos LGBTIQ+ y sindicatos estatales convocaron nuevas movilizaciones para este jueves en la capital neuquina. Mientras tanto, la fiscalía avanza en la investigación y analiza las cámaras de seguridad y los registros telefónicos que permitan dar con los responsables del hecho.

