07 Mayo de 2025 09:41

La tarde del lunes, la Ruta Provincial N°6, a la altura de Paso Córdoba, se transformó en el escenario de un hecho tan escalofriante como inexplicable. Una joven madre intentó asesinar a su hija de apenas dos años arrojándola a la ruta justo cuando pasaba un camión. La niña sobrevivió gracias a la intervención desesperada de un grupo de ciclistas, quienes observaron todo y actuaron con una rapidez que hoy parece milagrosa. "Vimos a una joven golpeando a una menor. Nos detuvimos y, de repente, la mujer arrojó a la niña a la ruta, nos miró y comenzó a gritarnos. Luego, dejó a la nena abandonada y se fue corriendo", contó, todavía en shock, uno de los testigos que presenció el horror y prefirió mantenerse en el anonimato. "Corrimos a socorrer a la niña, ya que venían camiones y autos, y ella estaba en medio de la ruta", agregó.
El camión que venía a toda velocidad logró esquivarla con una maniobra tan precisa como inverosímil. El conductor no se detuvo. La madre, mientras tanto, huyó. La niña quedó abandonada entre bocinazos y el rugido de motores. Golpeada. Vulnerable. Viva. Quienes asistieron al rescate no pueden dormir desde entonces. La imagen de esa criatura en medio del asfalto, indefensa, los persigue. Por eso, uno de ellos decidió hacer pública su voz: "Junto a otros testigos, llamamos a la policía. Nos contaron que esta joven había atentado varias veces contra la vida de la niña. Incluso, hace poco, la había dejado toda una noche a la intemperie en una chacra".
Y remarcó: "Escribo este mensaje para visibilizar la situación, ya que quienes estuvimos allí tememos que le devuelvan la custodia y termine matándola. Hoy, después de golpearla, la dejó en la ruta para que la atropellaran". El testimonio coincide con lo que más tarde confirmaría la policía. La mujer, madre de la menor, no solo fue detenida en el acto por personal de la Unidad Regional Segunda, sino que será imputada en las próximas horas por tentativa de homicidio, según anticipó la fiscal del caso, Celeste Benatti. La menor fue trasladada de urgencia al hospital López Lima. Milagrosamente, no sufrió heridas por el intento de homicidio, aunque permanece internada por una afección respiratoria previa. Está ahora bajo resguardo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), que intervino de inmediato tras el hecho.
Al hablar con los medios, el comisario inspector José González, jefe de la Unidad Regional 2, no pudo esconder su espanto: "Lo que hizo esta mujer es absolutamente irracional. La arrojó a la ruta cuando pasaba un camión. Afortunadamente no logró su objetivo". La descripción parece sacada de una película de horror, pero ocurrió en plena tarde, a pocos metros de los testigos, en una ciudad conmocionada que todavía no encuentra palabras para lo que presenció. En General Roca no se habla de otra cosa. Las redes sociales se llenaron de mensajes de angustia, de bronca, de impotencia. Algunos vecinos se acercaron al hospital para preguntar por la niña.
Otros, organizaron cadenas de oración. El nombre de la madre no trascendió, pero el rostro de la nena, el de esa criatura que no pidió nacer en ese infierno, se quedó para siempre grabado en quienes estuvieron allí. La fiscalía confirmó que la audiencia de imputación se realizará este miércoles. La acusación es clara: intento de homicidio agravado por el vínculo. Pero más allá del expediente judicial, lo que quedó en evidencia es otra cosa: el sistema falló. La violencia no era nueva. Ya había señales. Esta vez, por muy poco, no terminó en tragedia. Hoy, duerme en una sala de hospital, bajo vigilancia. No porque tenga fiebre o una fractura. Sino porque el mundo, la dejó sola. Porque alguien, su propia madre, quiso borrarla del mapa. Y porque un puñado de ciclistas se interpuso entre ella y la muerte.