06 Mayo de 2025 10:51

La madrugada de este lunes, la localidad de Bernal se convirtió en el escenario de una secuencia digna de una película bélica: una entradera, una feroz persecución a tiros, un choque violento y un enfrentamiento armado que dejó un saldo escalofriante. Dos delincuentes abatidos, uno herido de gravedad y otro detenido. Todo ocurrió en el corazón del partido bonaerense de Quilmes, a pasos de la Plaza de La Paz.
La secuencia comenzó con un llamado desesperado al 911. Cuatro hombres armados y encapuchados irrumpieron en una vivienda ubicada entre las calles Carabelas y Ascusubi. Alertada, la Comisaría 8ª desplegó un patrullaje encubierto. Al localizar la camioneta blanca Toyota Corolla Cross en la que se desplazaban los sospechosos, los efectivos intentaron interceptarla. Pero lejos de rendirse, uno de los delincuentes abrió fuego.
El tiroteo desató una persecución de altísimo riesgo que duró apenas una cuadra, pero cuyo desenlace fue estremecedor: el conductor del vehículo perdió el control y se incrustó violentamente contra una vivienda. El impacto fue tan brutal que algunos ocupantes salieron despedidos del rodado y quedaron tendidos en el asfalto. Aún así, tres de ellos intentaron seguir la fuga a pie y abrieron fuego nuevamente contra la policía.
La respuesta fue inmediata. Con las armas reglamentarias, los efectivos repelieron el ataque en plena vía pública, mientras los vecinos se escondían aterrados en sus casas. Al concluir el enfrentamiento, el saldo era claro: el conductor de la camioneta murió en el acto producto del choque, mientras que otro de los integrantes de la banda, de iniciales C.D.P. y 46 años, fue abatido por disparos policiales. Un tercero, J.M.P., de 43 años, con antecedentes por homicidio de un policía en Zárate y un pedido de captura vigente desde 2020, fue herido gravemente y trasladado con custodia al Hospital Iriarte. El cuarto, J.N.P., de 38 años, fue detenido en el lugar.
La escena posterior era escalofriante: armas esparcidas por el asfalto y el interior del vehículo revelaron el enorme poder de fuego de la banda. Se incautaron dos fusiles F.A.L., un revólver calibre .38 mm, y varias pistolas Glock calibre .40, .9 y .10 mm. El Toyota Corolla Cross, que utilizaban para movilizarse, tenía un pedido de secuestro activo por un robo agravado ocurrido horas antes en Escobar.
El fiscal Leonardo Sarra, a cargo de la investigación, ordenó pericias sobre el vehículo, el dinero hallado en su interior y las numerosas armas incautadas. El operativo dejó en evidencia no solo la peligrosidad de los delincuentes, sino la capacidad logística y armamentística con la que operaban. Una entradera que pudo haber terminado como tantas otras, derivó en un tiroteo de altísimo voltaje en plena ciudad. Las imágenes del vehículo destrozado, los cuerpos tendidos y las balas esparcidas por la calle reflejan una postal cada vez más frecuente en un territorio donde la vida y la muerte pueden decidirse en segundos.