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Las contradicciones del tío de Sheila y el chat con su mujer horas después del crimen: “¡Matate!”

El peritaje de los teléfonos celulares y las declaraciones que ambos realizaron ante la Justicia.

por Manuela Fernandez Mendy

18 Noviembre de 2018 11:10
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La investigación por el femicidio de Sheila Ayala, la nena de 10 años estrangulada en el barrio Trujui de San Miguel, avanza. Los tíos, quienes quedaron detenidos desde el mismo jueves 18 de octubre en el que se encontró el cuerpo, ampliaron sus declaraciones. Las pericias, qué dijeron y la conversación que mantuvieron por mensaje de texto horas después del asesinato.

Sheila Ayala tenía 10 años. Murió estrangulada.

Sheila Ayala tenía 10 años. Murió estrangulada.

La conversación de los tíos después del crimen: “¡Matate!”

La pericia realizada en los teléfonos celulares de Fabián Esequiel González Rojas y Leonela Ayala reveló una conversación que mantuvieron el domingo en el que Sheila fue asesinada. En la misma, el hombre le adviertía a su mujer que la menor había desaparecido, a lo que Leonela le respondió con un tajante: “¡Matate!”.

Leonela Ayala y Fabián González Rojas, los dos detenidos por el homicidio de Sheila.

Leonela Ayala y Fabián González Rojas, los dos detenidos por el homicidio de Sheila.

“La noche anterior habían tenido una discusión muy fuerte porque él había querido vender la PlayStation y la televisión. Por eso, ella el domingo se fue a la casa del hermano”, explica a BigBang el abogado de Leonela, Hugo Icazati. En efecto, la imputada de 25 años dio detalles de la pelea el jueves durante la ampliación de su declaración e insistió en que sufría violencia de género.

“Nosotros teníamos peleas verbales y físicas y últimamente yo lo dejaba hablando solo. Hace un año me pegó. Siempre le tuve miedo. Vivía en su mundo y se enojaba porque yo no me quedaba quieta. No teníamos relaciones sexuales desde hacía meses”, advirtió ante el fiscal de la causa, Gustavo Carracedo.

El departamento en el que vivían los tíos de Sheila: el fiscal sostiene que ahí fue asesinada.

El departamento en el que vivían los tíos de Sheila: el fiscal sostiene que ahí fue asesinada.

En su declaración, Leonela también ratificó la denuncia de uno de sus vecinos: González Rojas había intentado abusar de su hija seis meses antes del crimen. “Una vez vi algo raro en horas de la madrugada. Él estaba cerca de mi nena, al ver esto me puse a gritar y a correr; los vecinos me escucharon, pero después le pregunté a mi hija y me dijo que él la estaba tapando, pero no sé si será así porque estaba él cerca cuando ella me lo dijo”, testificó.

La declaración de González Rojas: “Estaba tomando tereré y la vi a Sheila jugando”

Aunque en un principio se negó a declarar, la semana pasada el tío de la menor dio su versión de los hechos ante la Justicia. En la misma, reconoce haber estado en su casa en la hora en la que se presume que Sheila fue asesinada, pero negó haberlo hecho. Además, confirmó que su mujer no se encontraba en el departamento durante la franja horaria en la que, según la investigación, la nena fue asesinada.

El colchón cubierto de nylon en el que habrían estrangulado a Sheila.

El colchón cubierto de nylon en el que habrían estrangulado a Sheila.

“Me senté afuera de mi casa a tomar tereré. De ahí arriba la vi a mi sobrina que estaba jugando con la hija de mi primo. Después se me terminó el jugo, entré y cuando salí de nuevo ya no estaban las nenas jugando”, aseguró el imputado, quien vivía a pocos metros de la casa del padre de la nena; el último lugar en el que fue vista. Luego, según su versión de los hechos, se quedó en el barrio hasta que cerca de las seis de la tarde regresó su mujer. ¿Su hipótesis? Que el asesinato de la nena fue un "ajuste de cuentas", aunque se negó a dar nombres.

Además, sostuvo que las heridas en sus brazos -compatibles, según entiende el fiscal, con un intento de defensa por parte de Sheila- se las hizo "con la puerta del baño de la casa de su suegro". En efecto, la familia se quedó a dormir el miércoles 17 -un día antes de que aparezca el cuerpo de la nena- en la casa del padre de Leonela. Al notar las marcas, según la declaración, su mujer lo interpeló y le preguntó si había estado con otra mujer.

Sin embargo, la otra imputada no sólo negó hablerle hecho una "escena de celos", sino que además negó haber notado las heridas. "No se las vi. Ese día no tuvimos ninguna discusión. Él cocinó, mi hermana lavó los platos, después se bañó y se fue a dormir".

Según el informe de la tarjeta sube de Leonela, la imputada hizo cuatro viajes en colectivo aquel domingo. “Uno a las 11.25 y otro a las doce. Después, regresó tomándose otros dos a las 17.15 y 18”, detalló su abogado. Fue cerca de la una del mediodía recibió un mensaje de texto en el que le advertían que su sobrina y ahijada había desaparecido. “Me mandó un mensaje mi cuñada diciendo que Sheila no aparecía. Me preguntó si la había visto”.

Las lesiones que se constataron en los brazos del tío de Sheila / Gentileza C5N.

Las lesiones que se constataron en los brazos del tío de Sheila / Gentileza C5N.

Al llegar al barrio, a las 18.30, Leonela asegura que les preguntó a todos los vecinos si habían visto a la nena. Incluso a su marido. “Me dijo que no la había visto. No lo noté ni alcoholizado, ni raro: estaba normal”, detalló, al tiempo que recordó haber notado algo extraño al entrar a su departamento: “La bolsa que cubría el colchón de mi nena estaba rota. Era la cama cucheta de abajo. Cuando me fui estaba un poquito rota, pero no así. Me pareció raro porque cuando me fui con las nenas y mi bebé el colchón no estaba así”.

Otra cosa que, con el correr de los días, le resultó sospechosa fue que su marido tiró el colchón con el que ella cubría la escalera para que no se cayera su hijo más chico. “Estaba muy perjudicado por que mi hija se hace pis. Lo dejé hace dos meses al costado de casa. Estuvo mucho tiempo porque le dije que lo tire y nunca lo tiró. El lunes a la noche lo tiró. Me dijo que era porque 'quedaba mal'”. Ese colchón fue encontrado en la misma medianera en la que arrojaron el cuerpo de Sheila.

La noche del femicidio, Leonela y su marido se fueron a dormir cerca de las dos de la mañana. Él le volvió a preguntar por la PlayStation, que había sido el disparador de la fuerte pelea que mantuvieron el sábado. “Le dije que la había vendido, pero en realidad no la vendí, la escondí. Le dije eso porque él me vendía todo. Creo que lo hacía para drogarse”.

 

Al día siguiente, Leonela se fue a la casa de su hermano. “Estuve toda la semana así”, recordó, al tiempo que señaló que a su marido no le gustaba que diera tantas notas televisivas y la seguía a todos lados. Nunca más pudo ingresar sola a su departamento. “Se enojó porque daba notas a la prensa y él no quería que me moviera. Durante esos días -en los que tuvo lugar la búsqueda de la nena-, él estaba normal, vivía en su mundo. Se enojaba porque yo no me quedaba quieta Cada vez que subía (a su casa), él subía conmigo. Según él, lo hacía para que no me golpeara”.

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