07 Julio de 2025 08:33
La rutina de la mañana de este lunes estalló en mil pedazos cuando, poco antes de las 7, un llamado telefónico alertó sobre la posible presencia de una bomba en la estación Bartolomé Mitre, en el partido bonaerense de Vicente López. La advertencia fue recibida por una empleada de una panadería ubicada dentro de la terminal, y en minutos se activaron los protocolos de emergencia: evacuación total, suspensión de los servicios ferroviarios y despliegue de las fuerzas de seguridad.
Las imágenes que comenzaron a circular en redes sociales y canales de noticias: el gigantesco hall de la estación Retiro del tren Mitre, completamente vacío, mientras efectivos de la Policía Federal y de la Brigada de Explosivos recorrían los andenes y las formaciones detenidas. Afuera, la escena era otra: cientos de pasajeros confundidos, muchos de ellos sin saber siquiera qué había ocurrido, se agolpaban sobre la avenida Ramos Mejía intentando tomar algún colectivo o buscando alternativas para llegar a sus trabajos. "Estoy desde las 7.30 esperando. No sabemos nada. No hay información", relató una mujer al móvil de TN, visiblemente alterada.
En Crónica TV, otra usuaria contaba entre lágrimas: "Me fui a tomar el 130, pero hay diez cuadras de cola". La amenaza, confirmaron fuentes policiales, fue recibida por el 911 durante la madrugada. Apenas se activó el protocolo, la línea Mitre -con sus tres ramales: Tigre, José León Suárez y Bartolomé Mitre- quedó completamente paralizada, afectando a miles de trabajadores y trabajadoras que diariamente dependen de ese servicio para ingresar o salir de la Ciudad de Buenos Aires. La estación Mitre, desde donde partió el alerta, conecta incluso con el Tren de la Costa, ampliando el impacto del operativo.

La línea C de subte, también con cabecera en Retiro, continuó funcionando con normalidad, pero no fue suficiente para absorber la demanda. "La situación es crítica", advirtieron desde Trenes Argentinos, mientras SAME y la Policía Federal seguían trabajando en el lugar, revisando centímetro por centímetro en busca de cualquier elemento sospechoso. Lo más alarmante: no se trata de un hecho aislado. A mediados de junio, una amenaza aún más escalofriante llegó a sacudir la línea Roca. Una voz masculina, que se identificó como "Brian" y dijo pertenecer al "Movimiento Obrero", llamó para anunciar la colocación de 17 dispositivos explosivos destinados a descarrilar trenes. "La tragedia de Once va a ser un poroto", dijo sin titubeos. Las estaciones Constitución, Lanús, Lomas de Zamora y Temperley fueron evacuadas de inmediato.
Días antes, otras dos estaciones -José Mármol y Dante Ardigó, también del ramal Bosques- fueron blanco de mensajes intimidatorios vinculados a la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner. "Van a explotar ambos andenes, si no liberan a Cristina", decía el mensaje. En esos casos, los trenes omitieron paradas durante tres horas, sumando más angustia a la ya tensa situación del transporte público.
Los especialistas en seguridad advierten sobre un patrón creciente de amenazas anónimas en la red ferroviaria metropolitana, que además de generar pánico social, paralizan servicios esenciales y exponen a millones de personas a una situación de vulnerabilidad absoluta. En muchos casos, no se logra identificar a los responsables, mientras los usuarios pagan el precio con sus horas, su ansiedad y su temor. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad intentan determinar si se trató de una falsa alarma más o de un nuevo episodio dentro de una cadena de intimidaciones cada vez más frecuentes.

