¡Afuera piratas!
19 Febrero de 2024 23:35
Santiago Cafiero, actual diputado nacional y ex Canciller, repudió en las últimas horas la presencia del secretario de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, en las Islas Malvinas. La visita del funcionario es la primera que un canciller británico realiza desde 2016 y se acordó después de que se reuniera en Suiza con Javier Milei.
"Expreso mi más categórico rechazo a la presencia del secretario de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, en las Islas Malvinas. Se trata de una nueva e inadmisible provocación, que no sucedía hace 30 años, y que debe ser rechazada por el gobierno nacional", arrancó Cafiero.
"La presencia del secretario Cameron en Malvinas es grave por dos motivos, principalmente: 1) Reedita, tras 30 años, la visita de un canciller británico a Malvinas. 2) Ocurre en el contexto de la reciente reunión Milei-Cameron en Davos. Durante las tres décadas transcurridas desde la visita del canciller británico Douglas Hurd en 1994, el Reino Unido se ha negado sistemáticamente a abordar la cuestión de la soberanía, a pesar de los reiterados intentos impulsados por la Argentina", sumó.
"Como ocurrió en otros tiempos de desmalvinización, tiende a repetirse la historia. El Reino Unido elude el cumplimiento del derecho internacional y busca sacar ventaja del silencio y pasividad del actual gobierno nacional".
"En particular resulta preocupante que, tanto tras la reunión de Davos como durante la visita de Cameron a Malvinas, el gobierno británico invoque el pretendido derecho de autodeterminación de los isleños sin que exista expresiones de rechazo por parte del gobierno argentino".
"Es clave recordar que según resoluciones 1514 y 2065 de la AGNU no es aplicable el principio de autodeterminación a la Cuestión Malvinas, caso particular y especial de descolonización que involucra al principio de integridad territorial y existencia de una disputa de soberanía".
"Sorprende y preocupa el silencio de la Cancillería argentina. El rechazo y la protesta de este tipo de actos y provocaciones no es una hostilidad. Es usar el derecho internacional para preservar derechos que le corresponden a la República Argentina".
