17 Diciembre de 2025 13:05
Desde las 8 de la mañana, el sistema de navegación aérea nacional comenzó a mostrar signos de colapso. El plan de lucha impulsado por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) generó interrupciones operativas que derivaron en demoras y cancelaciones de vuelos en todo el país, justo en el inicio de la temporada alta de verano y a días de las fiestas de fin de año. La medida afectó hoy exclusivamente a los despegues de vuelos domésticos entre las 8 y las 11, incluso cuando la Secretaría de Trabajo había convocado a una audiencia de conciliación para las 10.
Lejos de descomprimir el conflicto, la convocatoria llegó tarde y sin resultados visibles, mientras miles de pasajeros quedaban varados o con horarios alterados. El impacto se sintió con fuerza en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, administrado por Aeropuertos Argentina, donde desde la madrugada se registraron reprogramaciones. Al menos cuatro vuelos de Flybondi fueron cancelados, mientras Aerolíneas Argentinas y Latam reprogramaron varios servicios para después de las 11.30.
En el caso de la línea de bandera, vuelos a Catamarca, San Juan y Ushuaia debieron ser postergados, mientras que otros, como los destinos Santiago del Estero y Jujuy, fueron adelantados para esquivar la franja del paro. La escena se repitió en Aeroparque Jorge Newbery y en las terminales del interior, con recomendaciones oficiales a los pasajeros para que no se acerquen a los aeropuertos sin antes chequear el estado de sus vuelos.
Según estimaciones iniciales, al menos 24.000 pasajeros se vieron afectados en el comienzo de una medida de fuerza que se extenderá hasta el 29 de diciembre. Los números confirman la magnitud del problema. Aerolíneas Argentinas informó que debió retrasar 67 vuelos, con 7.500 pasajeros afectados, y adelantar otros 25, lo que impactó en 3.100 viajeros más. En total, casi 11.000 personas sufrieron modificaciones de horario.
Flybondi, en tanto, canceló seis vuelos, reprogramó otros 69 y realizó cambios de aeropuerto para evitar los horarios del paro. "Solo con esta adecuación de 2 días de paro gremial, se estará afectando a 13.000 pasajeros en el comienzo de la temporada de verano", admitió la compañía, que lamentó "las molestias ocasionadas" y recomendó a los usuarios consultar el estado de sus vuelos. JetSmart también informó ajustes y reprogramaciones en la mayoría de sus servicios.

Detrás del caos operativo, el conflicto de fondo es salarial. ATEPSA sostiene que las paritarias firmadas en septiembre, tras el conflicto de agosto con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), no fueron cumplidas. En un comunicado previo, el gremio denunció que "desde la asunción de las actuales autoridades de EANA en 2024, han mostrado una intransigencia brutal y una ausencia de diálogo, no solo para resolver las cuestiones salariales de sus trabajadores, sino también frente a varias situaciones operativas que venimos denunciando".
Además del reclamo salarial, el sindicato exige la reincorporación de trabajadores despedidos sin causa en aeropuertos con "emergencia dotacional", estabilidad laboral, revisión de la complejidad de aeropuertos y trayectorias, actualización de refrigerios y el cumplimiento integral del convenio colectivo. Un pliego amplio que, según los trabajadores, fue sistemáticamente ignorado.
La respuesta oficial fue el rechazo frontal. EANA calificó la medida como "inadmisible" e "ilegítima" y sostuvo que "pretenden afectar un servicio esencial garantizado por ley interrumpiendo el normal desarrollo del transporte aéreo de pasajeros en plena época de Fiestas de fin de año, en el que los vuelos son fundamentales para cientos de miles de argentinos". Incluso acusó al gremio de "tomar de rehenes a los argentinos" y recordó antecedentes de conflictos durante las vacaciones de invierno.

Mientras el Gobierno insiste en responsabilizar al sindicato por el impacto sobre los usuarios, evita asumir su propia responsabilidad en un conflicto que lleva meses sin resolución. El cronograma de paros ya está definido y anticipa un diciembre complicado: el 18 habrá afectación de vuelos nacionales por la tarde; el 23, un nuevo cese nocturno; el 27, la primera interrupción de vuelos internacionales; y el 29, un paro general de despegues.

