Terror en el cielo porteño: estruendo, humo y confusión tras la supuesta caída de un rayo en pleno microcentro

Un fenómeno eléctrico sacudió la tarde de este viernes en la Ciudad de Buenos Aires. El fuerte estruendo, el humo en una terraza y un conductor descompensado alimentaron durante horas la versión de un rayo que habría impactado contra un edificio en Esmeralda y Córdoba. Finalmente, la versión oficial confirmó que no hubo tal descarga: se trataba de una parrilla encendida. Por un instante, el cielo se quebró sobre Buenos Aires. Minutos después del mediodía, un estruendo feroz que hizo temblar hasta las ventanas se escuchó desde distintos rincones de la ciudad: Colegiales, Núñez, Belgrano, el Bajo, el microcentro. 

En redes sociales, decenas de usuarios reportaban haber visto "un relámpago monstruoso" caer en vertical. En el centro de la escena: Esmeralda y Córdoba. Algunos corrieron. Otros frenaron. Varios vecinos salieron a los balcones buscando respuestas. En la esquina, un camión detenido y su conductor inconsciente sumaron dramatismo al paisaje. En paralelo, una columna de humo emergía desde una terraza. En cuestión de minutos, la zona fue cercada por efectivos de la Policía de la Ciudad, el SAME y dos dotaciones de Bomberos. El operativo, veloz y estricto, incluyó cortes de tránsito, asistencia a transeúntes y revisión de estructuras.

En el desconcierto, dos versiones crecieron en simultáneo: que un rayo había caído sobre el techo de un edificio de departamentos con galería comercial, y que había impactado en el camión, causando la descompensación del chofer. Las autoridades, mientras tanto, pedían calma. Las especulaciones no encontraban techo. "Sentí el estallido, temblaron los vidrios, perdí el WiFi. Pero la luz seguía. Raro", relató un vecino de Córdoba al 900, todavía nervioso. El testigo, que se acercó al móvil de TN buscando poder relatar lo que había vivido, lo dijo sin vueltas: "Me desperté con el ruido. Parece que en todo el edificio tenemos el mismo problema de conexión".

Mientras los Bomberos inspeccionaban pisos, techos y patios internos, una información desconcertó a los cronistas en el lugar. Desde adentro del edificio apuntado como epicentro, los agentes descubrieron que el humo provenía... de una chimenea. En el inmueble lindero, alguien había decidido cocinar a las brasas. La versión oficial, difundida por las autoridades a la una y media de la tarde, echó por tierra el relato paranormal: "No fue un rayo. El humo salía de una chimenea donde se estaba cocinando con leña. No hay heridos ni daños estructurales".

De acuerdo con el parte oficial, personal de emergencias se desplazó al edificio ubicado en Esmeralda 875, entre avenida Córdoba y Paraguay, ante la denuncia de un posible incendio en una casa de departamentos: "Al arribar al lugar se observó humo saliendo desde la terraza del edificio, que posee planta baja destinada a locales comerciales y dos pisos superiores con departamentos. Tras una rápida inspección y con el acceso facilitado por los moradores, se comprobó que el humo provenía de una chimenea del edificio lindero, donde se estaba cocinando a las brasas. Verificado que no se trataba de un incendio, el personal tomó los datos correspondientes y se retiró del lugar".

El fenómeno coincidió, sin embargo, con un frente de tormenta eléctrica de alta intensidad que atravesó el Área Metropolitana de Buenos Aires, con alerta amarilla por actividad eléctrica, vientos fuertes y probabilidad de granizo. El Servicio Meteorológico Nacional confirmó una importante descarga eléctrica cerca del microcentro, aunque sin identificar impacto directo en estructuras. El conductor del camión, por su parte, fue atendido por el SAME y trasladado en buen estado de salud. Según informaron los médicos, la descompensación fue producto del susto. "El ruido fue brutal", declaró uno de los socorristas.

Al cierre de esta nota, la chimenea seguía humeando, el cielo continuaba nublado y Buenos Aires se recuperaba del susto. En una ciudad donde todo puede pasar, hoy lo extraordinario resultó ser una parrilla encendida que coincidió con el feroz rugido de la naturaleza.