06 Septiembre de 2015 19:42
A casi un año de la desaparición de los 43 estudiantes mexicanos en Iguala, un nuevo escándalo provocó el enojo y la indignación de los familiares de los jóvenes: un estudio de un grupo de expertos independientes desacreditó la investigación del gobierno y desmintió la hipótesis planteada de que habrían sido calcinados en un basurero.
Los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señalaron que en las horas previas a la desaparición en la ciudad de Iguala, los estudiantes de la escuela de Ayotzinapa fueron atacados por policías, con conocimiento de agentes federales y grupos militares que no intervinieron, a pesar de saber lo que ocurría.
Aunque los expertos aseguran que no tienen datos para confirmar con precisión qué ocurrió con los 43 estudiantes que permanecen desaparecidos desde fines de septiembre pasado, sí se encontraron elementos para cuestionar la hipótesis oficial, y hasta sugerir una nueva: que los jóvenes pudieron interferir, sin saberlo, en el traslado de un cargamento de drogas que habían tomado ese día para trasladarse.
Los trabajos de los expertos se prolongaron por más de seis meses y desmienten la versión oficial.
Según informó la agencia AP, los padres de los estudiantes desaparecidos trasladaron el enojo hacia las autoridades mexicanas, y exigieron una audiencia con el presidente Enrique Peña Nieto. Además, solicitaron que el equipo de expertos se mantenga en el país hasta se conozca el paradero de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
En enero pasado, el presidente Peña Nieto aseguró que se había dado con la “verdad histórica” de lo ocurrido. El entonces procurador Jesús Murillo relató que el 26 de septiembre pasado los estudiantes fueron detenidos por policías municipales y entregados a un grupo narco que los calcinó y luego lanzó las cenizas en bolsas a un río cercano.
Desde la desaparición, en México hubo decenas de marchas para pedir la aparición con vida de los estudiantes.
Sin embargo, los expertos que realizaron el nuevo peritaje concluyeron que “los 43 estudiantes no fueron incinerados en el basurero municipal” que señalaba la versión oficial.
Hasta ahora sólo se sabe con certeza que murió uno de ellos.