¿Dónde están?
por Alejo Paredes
08 Mayo de 2025 09:28
La voz de un padre quebrado por la incertidumbre y el dolor volvió a poner en el centro de la escena una herida abierta que la Argentina no logra cerrar: la desaparición de niños en circunstancias oscuras, inexplicables y, cada vez más, impregnadas de impunidad. Esta vez fue Elías Flores, el papá de Lian, el pequeño de 3 años que desapareció sin dejar rastro el 22 de febrero en Ballesteros Sud, Córdoba. "Quiero encontrarlo vivo o muerto", dijo con la crudeza de quien ya no puede fingir esperanza.
Pero sus palabras también arrastran otra verdad: el Estado dejó de buscar. "Desde hace nueve años vivo en esa zona y jamás escuché de un caso así", dice Elías. A Lian, insiste, "alguien se lo llevó", pero no hay motivos, ni enemigos, ni deudas que expliquen semejante acto. Solo queda la desconfianza, incluso hacia los vecinos, hacia todos. Su hijo estaba jugando cerca del campo, en la ladrillera donde viven. Nadie vio nada. Nadie sabe nada.
Y, lo más inquietante: nadie parece estar ya buscando. "La Policía abandonó la búsqueda", denuncia con una mezcla de furia y resignación. Mientras tanto, su mujer, la madre del pequeño, llora sin consuelo. "Ya no tenemos la vida de antes", dice Elías, y en su frase caben todos los días vacíos, las noches eternas, los gritos en silencio de una familia que clama por respuestas. La historia de Lian no es un caso aislado.
Es uno de los siete niños cuya desaparición activó el Alerta Sofía, el sistema de emergencia nacional para casos de alto riesgo. Pero con el tiempo, incluso las alertas pierden fuerza. Como la de Loan Danilo Peña, el niño correntino que hoy cumpliría seis años y que lleva casi once meses desaparecido sin que nadie haya podido explicar qué pasó con él. Loan se esfumó el 13 de junio de 2024 tras un almuerzo familiar en el paraje Algarrobal, en 9 de Julio.
Desde entonces, siete personas fueron detenidas, entre ellas, un ex comisario, una ex funcionaria y hasta familiares del niño. Las pruebas contra algunos de ellos -como rastros odoríferos de Loan en autos y contradicciones en sus relatos- parecen contundentes. Pero el pacto de silencio es más fuerte. Nadie habla. Nadie confiesa. Y el niño sigue sin aparecer.
La justicia federal intenta ahora romper ese muro con la aplicación de la figura del arrepentido, una herramienta que podría destrabar lo que hasta ahora es un laberinto sin salida. Los nuevos abogados de la familia Peña presentaron un escrito titulado "La voz que rescate a Loan", con la esperanza de que al menos uno de los detenidos revele lo que ocultan. "Algunos de los que están presos o su entorno todavía esconden en su conciencia el lugar donde Loan está esperando que lo encontremos", escribieron.
A medida que se aproxima el aniversario de su desaparición, la imagen de Loan se transforma en un símbolo nacional de la impunidad. Una causa donde los silencios valen más que las pruebas, donde la investigación parece hundida en lodo judicial y donde la ausencia del niño se volvió rutina. El pequeño Loan cumpliría 6 años este jueves, a casi once meses del inicio de su búsqueda todavía. Un cumpleaños sin torta, sin regalos, sin risa. Un cumpleaños con más preguntas que respuestas.
Las historias de Lian y Loan, cada una con sus contextos y particularidades, se entrelazan en un mismo grito: ¿Dónde están? ¿Qué clase de país puede dormir tranquilo cuando hay padres llorando a sus hijos ausentes sin justicia, sin certezas, sin Estado? Cada día que pasa sin respuestas es una segunda desaparición. Y en el fondo, lo que más duele es la sospecha latente de que, en ambos casos, alguien sí sabe la verdad. Solo falta que se atreva a decirla.
