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Violación grupal en Palermo: dos de los seis acusados apuntaron contra los otros imputados

Ignacio Retondo y Franco Jesús Lykan fueron los únicos que aceptaron ampliar la indagatoria ante el juez. El resto se negó. 

11 Marzo de 2022 14:41
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Los seis detenidos por haber abusado sexualmente de la joven de 20 años el pasado 28 de febrero en Palermo ampliaron su declaración indagatoria ante el juez y el fiscal de la causa el jueves. Las nuevas indagatorias fueron realizadas durante la mañana a través de la plataforma Zoom, con cada uno de los acusados declarando con la asistencia de su defensa desde sus distintos puntos de detención.

Se trata de Ángel Pascual Ramos (23), Tomás Domínguez (21), Lautaro Pasotti (24), Ignacio Retondo (22), Alexis Cuzzoni (20) y Franco Lykan (24). Las declaraciones fueron ante el juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, y el titular de la fiscalía 48 del mismo fuero, Eduardo Rosende, quienes les leyeron la acusación que pesa sobre cada uno de ellos y las pruebas recolectadas hasta el momento.

Tanto Ramos como Cuzzoni son defendidos por Carolina Ocampo. Mientras que Domínguez (21) es defendido por los abogados Silvina Fernández Rosarno y Jorge Alfonso, quienes le aconsejaron negarse a declarar. A su vez, Retondo y Lykan son representados por el abogado Oscar Isidro Aguirre y Pasotti dejó la asistencia de la defensa oficial para ser representados también por un letrado particular.

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Por esta razón, no resulta llamativo que los imputados por el crimen comiencen a acusarse unos a otros.  La imputación es por “abuso sexual con acceso carnal, agravado por la participaron de dos o más personas y lesiones leves, los que concurren de manera real entre sí”, delito con una pena de entre 8 y 20 años de cárcel. Retondo y Lykan fueron los únicos que aceptaron declarar, mientas que los otros cuatro, se negaron.

El juez los acusa de haber actuado siguiendo "un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles" por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por la participaron de dos o más personas" -prevé una pena de 8 a 20 años de cárcel-, en concurso real con "lesiones leves", provocadas a uno de los vecinos con los que se enfrentaron antes de ser detenidos. Mientras Lykan dijo estar "desocupado", Retondo se presentó ante el juez como estudiante de cuarto año de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad de San Martín y empleado del PAMI y, en la frase más categórica de su indagatoria afirmó que se consideraba "totalmente inocente".

Ambos coincidieron en decir que son amigos y que, el día anterior al hecho, es decir, el domingo 27 de febrero, se habían juntado con otro de los acusados, Ciongo Pasotti, para ir a la casa de otro amigo en común en Villa Adelina, donde cenaron, pasaron por sus casas, luego por San Telmo y terminaron en Plaza Serrano. Retondo contó que estuvieron tocando la guitarra y consumiendo bebidas alcohólicas compradas en distintos kioscos y, en su caso, algo de cocaína que le convidaron, hasta que llegaron a una "esquina pintada de colores, con persianas verdes". Allí, explicó que siguió tocando la guitarra y se juntó gente, entre la que había un ciudadano colombiano.

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En ese momento, según el relato del joven, aparecieron "estos tres pibes con la piba", dijo en referencia a los otros tres acusados -a quienes aclaró que su grupo no conocía de antes-, y la víctima. Fue entonces que contó que la joven se le acercó para decirle que le había gustado la canción que estaba tocando y dijo que "en ningún momento" la vio "desorientada". Explicó que, con su grupo, se fueron a Plaza Serrano mientras que la chica y los otros tres "desaparecieron", hasta que, más tarde, se reencontraron y juntos fueron a donde estaba estacionado el Volkswagen Gol, es decir, la esquina de Serrano y Cabrera.

El imputado dijo que allí vio que uno de los chicos -sería Ramos-, "empieza a tener relaciones" con la víctima, y que "entre Lautaro y el rasta de remera celeste" (Ciongo Pasotti y Domínguez) hacían "comentarios" y decían que "tenían ganas de subir al auto". Además, remarcó que él le dijo a Ciongo Pasotti "que no daba, que no pintaba, encima había gente pasando, varias veces se lo dijo", pero que de todas formas Lautaro "se subió al auto", al asiento del conductor, y allí vio que tuvo contacto con la chica. Luego -siguió- vino un hombre con un celular y se inició la pelea del grupo con los vecinos y comerciantes que terminó con todos detenidos.

Por su parte, Lykan negó haber tenido contacto con la víctima, a quien sólo identificó como "una persona más del grupo" que se formó mientras él tocaba la guitarra en Plaza Serrano. En ese sentido, contó que él no ingresó al "after", sino que se quedó en la puerta con la guitarra, que desde allí se fue a Plaza Serrano y que, por haber tomado cerveza, vino y una pastilla de "clona" (clonazepam) se empezó a sentir mal, a quedarse dormido y por eso le pidió a su amigo Ciongo Pasotti que le abriera el auto para irse a dormir, donde, según sus dichos, alrededor de las 13 o 13.30 de ese 28 de febrero, quedó "desmayado".

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En este contexto, explicó que se despertó "de golpe", que vio que "afuera era un tumulto de gente, y que, cuando abrió la puerta, vio a su amigo Retondo "con el ojo todo hinchado" porque le habían pegado "una patada en la cara", por lo que lo defendió de su agresor y tras ello, fue arrestado por un policía. Cuando le preguntaron si ingresó acompañado al auto, respondió que "no" y en la declaración quedó asentado que "entró solo, al asiento de atrás, se acostó, cerró los ojos y se despertó con todo ese problemón, esa situación. No tiene registro del ingreso de alguna otra persona, estaba inconsciente".

Al igual que su "amigo", declaró que "en ningún momento tuvo contacto con la chica". "Si le preguntan cómo estaba vestida, no lo recuerda porque no la registró, era una persona más del grupo, no le dio importancia", remarcó. Para el juez Fernández, los jóvenes cometieron "abuso sexual" mediante "un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles”. La imputación sitúa el hecho “el día 28 de febrero de 2022 a partir de las 14.45 aproximadamente, en el interior del vehículo marca 'Volkswagen', modelo 'Gol', dominio colocado KTJ 057, de color blanco, estacionado en la calle Serrano en su intersección con la calle Cabrera de esta ciudad Buenos Aires”.

En esa descripción, sitúa a Ciongo Pasotti -dueño del auto-, “en el asiento del conductor del vehículo” donde según detalla el juez, “fue divisado forzando a la víctima”. A Ramos lo ubica “en el asiento del acompañante delantero” y también señala que fue "observado” abusando de la víctima. En cuanto a Lykan y Cuzzoni, los posiciona “en la parte trasera del vehículo” cometiendo abusos mediante manoseos. Con respecto a Retondo y Domínguez, el magistrado a cargo de la causa afirma que “se encontraban en el exterior del rodado, al lado del mismo, observando y convalidando el ataque sexual”. 

Y agrega: “Fueron quienes bajo la creencia de que (nombra a un testigo) se encontraba filmando el abuso sexual que se estaba desarrollando, lo increparon para que haga entrega de su teléfono celular al mismo tiempo que lo agredían físicamente mediante golpes”. Por ello, el juez Fernández, solo a ellos dos, les suma, además del abuso, una imputación por “lesiones leves”.

En el tramo final de la imputación, el juez señala: “Finalmente, ante la alerta irradiada se produjo el arribo de personal policial que procedió a la detención de los encausados, previo divisar a la damnificada alejándose del lugar junto Ramos, dirigiéndose por la calle Cabrera hacia Thames, secuestrándose a su vez diversos efectos personales de los acusados, poniéndose a resguardo a la víctima, quien se encontraba en estado de shock y desorientada”.

A través de una carta de su abogado, la joven abusada advirtió que la protección de su identidad como víctima "es un derecho", cuestionó el tratamiento del caso en los medios de comunicación y reclamó que no la revictimicen con la difusión de su identidad e imágenes en lo que denominó "un espectáculo pochoclero que sólo alimenta el morbo". Sobre el hecho, afirmó que ella no prestó ningún consentimiento tanto en la situación que padeció como en el consumo de las drogas que surgieron de los estudios toxicológicos y comentó que le da “pánico salir a la calle”. Los estudios toxicológicos a los que se refirió la víctima revelaron la presencia de marihuana, metanfetaminas y anfetaminas en su organismo.

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