07 Enero de 2018 11:30
Mauricio Macri disfruta desde hace más de diez días de sus vacaciones familiares en el exclusivo country club Cumelén de Villa La Angostura. El presidente se refugió en el sur en medio de una fuerte tensión por el polémico paquete de reformas que su Gobierno llevó adelante en los últimos días del 2017.
El presidente permanece de vacaciones junto a su mujer, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia.
Los recortes, en especial la quita a los haberes jubilatorios, le costaron capital político. Según el diario Clarín, una encuesta propia realizada a pedido de los asesores de Macri generó preocupación en La Rosada: la imagen presidencial cayó cerca de 10 puntos en diciembre.
Se alejó del estallido social que copó en diciembre las calles de Buenos Aires por las reformas.
Esa no fue la única caída que preocupó al riñón macrista. La gente también tiene menos expectativas a futuro. Cuando se enteró, el presidente reaccionó de un modo tajante: “No vine a conservar el capital político que logré en las elecciones. Lo voy a usar para empujar las reformas. Yo estoy para pagar costos”.
El momento en el que la Policía atacó en las afueras del Congreso a un periodista de BigBang
“Me toca ser antipático, no me gusta, pero es lo que la Argentina necesita”, al tiempo que interpela a sus funcionarios cuando cuestionan muchas de sus decisiones políticas: “Si tienen una propuesta superadora, díganmela”.
El presidente cree que el paquete de reformas reactivará la economía y que, a largo plazo, eso será más beneficioso para su imagen de cara a las elecciones de 2019. De hecho, desde el riñón de Cambiemos ya se especula con la fórmula Macri-Carrió. Todo dependerá, claro, del avance económico.
