02 Diciembre de 2016 07:30
El temor al paso del tiempo es cosa del pasado. En los tiempos que corren, tanto hombres como mujeres ostentan con orgullo la experiencia que sólo pueden proporcionar los años, sin perder su capacidad de conquista. Y en los casos de los hombres a continuación, la edad les compensó el pasado, volviéndolos todo lo atractivos que no fueron con 20 años menos. Si según las estadísticas las mujeres de más de 40 son las más buscadas como amantes, ¿qué pasa con los hombres de 50? ¿Estamos ante la primera generación de filfs argentinos?
Marcelo Tinelli:
Vamos a decirlo tal cual es: en sus comienzos, el conductor número uno del país tenía pinta de banana. Aunque se vestía bien (esto es, acorde a la moda del momento), su corte de pelo no lo favorecía en absoluto, su cara se veía desproporcionadamente grande con respecto de sus hombros, y el honor que le hacía a su enorme dentadura... bueno, vamos a dejarlo ahí. Con los años, Tinelli fue ganando charme y un estilo que lo distingue del resto. Es elegante sin ser sobrio, los trajes lo favorecen muchísimo, y los domingos en familia de jean y zapatillas lo presentan relajado, casi como un teen sin caer en el ridículo. Sus tatuajes tienen un diseño sofisticado (diagramado por su hija Candelaria), y cuando camina con su hijo Lolo en brazos, no deja dudas al pasar: es un filf nacional absoluto.
Marcelo Tinelli en 1990. ¡Cuánto mejor está hoy!
Jorge Rial:
El suyo tal vez sea el caso más representativo de esta lista. Cuando rondaba los treinta y pico, Jorge usaba pantalones muy por encima de la cadera, los sacos largos, enormes, y se dejaba la panza. Con el correr del tiempo lo vimos pasear contento por distintos looks, algunos más estridentes que otros. Al divorciarse de su ex esposa, los aires de una nueva vida lo acercaron a cuestionables sacos turquesas, rosados, y a chalecos con arabescos dignos de otra era. Pero hoy, a los 55, Rial parece haber encontrado el look que mejor le sienta. Está mucho más delgado, las canas le quedan genial, los jeans chupines destacan sus piernas eternas, y las remeras net o de bandas de rock como The Ramones, Van Halen, Led Zepellin, etc., también le van. Se hizo nada menos que 9 tatuajes en lo que va del último año, y aun no ha confirmado que esté por parar ahí. Jorge, ¡estás muy fuerte!
Sin palabras.
Ricardo Mollo:
Los más de diez años que lleva junto a Natalia Oreiro lo han beneficiado mucho. Sus años de excesos en la mítica Sumo no lo tenían preocupado por su apariencia. Andaba desalineado, fofo, con los rulos despeinados y una eterna postura de “me da igual cómo me veo”. Sin embargo, el Mollo actual parece haber enterrado por completo a aquel otro. Se le nota un sostenido trabajo con su físico, usa remeras al cuerpo y camperas de cuero con mucha onda, le adelgazó la cara y se emparejó las mechas. ¡La vida sana le hizo muy bien!
Ricardo y Omar Mollo
Zeta Bosio:
Vamos a dejar de lado qué era ser vanguardista en los años 80, porque así no se salva nadie. No vamos a tener en cuenta ese pelo que a quién se le puede ocurrir, ni la bijouterie para el olvido. Al margen de todo eso, Zeta no tenía más encanto que el que le daba pertenecer a la banda de rock nacional más importante. No era llamativo por sí mismo, no tenía un cuerpazo ni una cara deslumbrante. ¡Pero qué bien entendió el juego con los años! Se rapó, hizo un millón de pesas y de aggiornó a cada momento. Se casó con una joven ex modelo y tuvieron una hija, Anastasia, y quién sabe si habrá sido eso lo que lo llevó a replantearse su aspecto. El Zeta de hoy se ve saludable, dinámico, musculoso y satisfecho. ¡Felicitaciones!
¿Qué?
Mario Pergolini:
Los menos jóvenes recordarán el batacazo televisivo que significó “La tv ataca”, allá por 1991. Mario se hacía famoso con su pelo largo y su aspecto desgarbado. Era el más fiel representante del ser rebelde argentino y sí, muchas morían por él. Digamos que es el único cincuentón de esta lista que no tiene nada que reprocharle a su aspecto del pasado. Sin embargo lo preferimos ahora, con el pelo corto, el ritmo desacelerado, la experiencia a flor de piel y la contundencia de siempre. Ni hablar de lo bien que le quedaba los trajes de CQC. Una lástima que no le haya gustado usarlos...
¡Gracias por tanto, Mario!
Adrián Suar:
Los 90s lo catapultaron. Más precisamente La banda del Golden Rocket, el programa en el que conoció a Araceli González, la madre de su primer hijo. En ese momento ella era una supermodelo, y nadie entendía muy bien qué le había visto al chueco. Con su carita redonda y la actitud bastante torpe, Suar había conquistado a la que querían todos. Francamente no cambió tanto, pero adquirió un dejo de madurez muy interesante, sin dejar de ser canchero y jovial.
Hablamos de Suar, ¡pero felicitaos a los tres!
