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Mala praxis en el hospital de Mar de Ajó: el caso de Giselle, la adolescente muerta por una neumonía

La adolescente había llegado a la guardia del Hospital Municipal de Mar de Ajó con un cuadro de neumonía. Sin embargo, la médica que la atendió la abandonó a su suerte y se fue a dormir. 

por Alejo Paredes

31 Mayo de 2019 18:01
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El Hospital Municipal de Mar de Ajó y los especialistas que trabajan allí quedaron en el centro de la polémica debido a la gran cantidad de fallecimientos -muchos de ellos de mujeres jóvenes tras el parto- que ocurrieron en los últimos tres o cuatro años en este nosocomio. Según pudo saber BigBang, existen más de 15 casos de mujeres que murieron durante o luego de dar a luz en los últimos cuatro años en Mar de Ajó, aunque señalan que el número podría ser mayor.

Entre ellos, se destacan los casos de Yanina Romero -de 20 años, falleció el último 29 de mayo, 22 días después de haber dado a luz; Andrea Sosa -de 34 años, murió en octubre de 2014 en uno de los ascensores del Hospital luego de tener a su bebé- y Paola Roldán, una joven de 35 años que murió desangrada en la camilla, tras el parto, en julio de 2018.

Pero los casos de “desidia” y “mala praxis” en el Hospital Municipal de Mar de Ajó se multiplicaron a partir del caso de Giselle Bandera, una joven estudiante que falleció en octubre de 2006 producto de una neumonía y de la mala predisposición de los médicos que la atendieron.

Todo ocurrió hace casi 13 años. Giselle, junto con sus compañeros del colegio secundario de la localidad balnearia de San Bernardo, había sido parte del viaje de fin de curso a Bariloche a través de la empresa Winter La Estrella El Cóndor.

Fue allí donde contrajo una enfermedad que le fue diagnosticada como neumonía. “Fue una cadena de negligencia que terminó con la vida de mi hija. No es fácil demostrar una mala praxis. El poder político quiere esconder y encajonar las cosas”, explicó Arturo Bandera, padre de Giselle.

Aún triste y conmovido por el fallecimiento de su hija, pero con la esperanza de que el próximo juicio abreviado contra los culpables de la muerte de la adolescente le ponga fin al capítulo más oscuro de su vida, Arturo dialogó con BigBang y recordó todos los obstáculos que tuvo que sortear para lograr alcanzar la “justicia” que merece la memoria de Giselle.

“En aquel momento salí, busqué canales. El tema de los medios nacionales para la gente que vivimos en el interior son un apoyo muy grande. Atrás de todo esto está la parte política. Vivimos bajo un régimen. Tenemos una cabeza que es el intendente (actualmente es Juan Pablo de Jesús), un sistema de salud puesta por los funcionarios. Los mismos médicos públicos atienden los privados”, sostuvo.

Al contraer la enfermedad, Giselle estaba regresando a Mar de Ajó, pero producto del mal estado en el que se encontraba, el micro que la trasladaba junto al resto de los estudiantes hizo una escala en Viedma para que pudiera ser atendida en el hospital Artémides Zatti.

“Mi hija se desabrigó en el frío, en la euforia del viaje de egresados. Muchos se enfermaron, pero ella empeoró. Primero la atendieron en Viedma. El diagnóstico dio principio de neumonía, deberían haberla dejado internada e informar a los padres”, recordó con cierta angustia.

Y agregó: “Pero el médico la dejó continuar el viaje y el coordinaron de la empresa, un chico que tenía 19 años y no tenía experiencia, le dio un Ibuprofeno para seguir el viaje de vuelta”. Al llegar a Mar de Ajó, Arturo no lo dudó y junto a su mujer, Verónica, llevaron a Giselle a la guardia del Hospital Municipal de Mar de Ajó. Momento que todavía recuerda con mucha tristeza y bronca.

Según recordó, a la una de la madrugada del lunes 9 de octubre de 2006 la atendió la doctora María Jancovich. “La enfermera le puso suero y se fue a dormir. Mi hija sufre un desmayo del cansancio, propio de la enfermedad, y con la madre y una chica la levantamos y empezamos a pedir médicos.Cuando quisieron reanimarla ya había fallecido”, contó.

En la denuncia que inicio la familia de Giselle hace más de una década se detalla que la adolescente llegó “vomitando sangre y que el coordinador decía que no era nada, que la menor solo quería llegar a su casa”. Al mismo tiempo, sostiene que la Dra. Jancovich le dijo que a la mañana le harían los estudios correspondientes y se fue a dormir, dejándola abandonada en una camilla.

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A partir de ahí, todo fue cuesta arriba para Verónica -la madre de Giselle- y para Arturo: “El médico forense no hizo la autopsia completa, adulteraron la historia clínica y pusieron que le dieron un tratamiento que nunca ocurrió. Tuvimos que cambiar la abogada porque era más amiga del ex intendente (Juan de Jesús) que mía. Me jugó en contra y la tuve que cambiar”.

A partir de la denuncia -recuerda- se hicieron cuatro pericias, dos en Dolores y dos en La Plata. “El cuerpo forense le hizo la última y determinó la negligencia de los médicos. Seis fiscales me cambiaron de fiscalía y por eso el caso duró tanto tiempo". Sin embargo, la vida le tenía otro duro golpe: “Mi señora falleció por un ACV hace ya 4 años”.

Según sus propias palabras, Verónica murió “de tristeza”. “Te lo puedo asegurar. Acá no hay un solo neurocirujano residente. Te atiende un médico, te estabiliza y es a suerte y verdad. Hasta que te trasladan a donde te puedan atender, perdés la vida”, sostuvo.

Y agregó: “La municipalidad no quería entregar toda la documentación a la fiscalía. A la doctora que atendió a mi hija la dejaron cesante y terminaron todo. Un enfermero, involucrado y suspendido, hizo un descargo denunciando al sistema de salud y le levantaron el sumario”.

En esa línea contó que este mismo enfermero se “benefició con la muerte de mi hija. Todas esas inmoralidades te llevan a enloquecer. Todos los días escucho casos de Mar de Ajó. La irresponsabilidad de los médicos es una cosa terrible. Estamos cansados de la ´mala praxis´”.

El juicio abreviado contra los culpables de la muerte de Giselle empezará en noviembre. “El juicio es contra todos los médicos del hospital de Mar de Ajó, de Viedma, contra la municipalidad y la empresa de turismo. Hace tiempo me llamó el fiscal y me dijo que los abogados de la empresa y la doctora se querían autoculpar para hacer más leve la condena. Por eso va a juicio abreviado. Me aconsejaron que aceptara por el tiempo, porque esto se podía dilatar mucho más”, detalló.

Y sumó: “Al mismo tiempo ellos volvieron a apelar para que tardara más. Hay 120 testigos, hay funcionarios políticos también. Es por homicidio culposo, son 4 años excarcelables”. Por último, Arturo no obvió los últimos casos de muerte en el Hospital de Mar de Ajó y fue contundente: “Los casos acá en La Costa son terribles. Vivimos bajo un sistema de salud muy malo, la desidia que hay es terrible y termina con la muerte de criaturas y madres”, sentenció.

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