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Piden pan, no les dan: cerraron La Casa del Queso y los empleados tomaron el local

Volvieron de vacaciones y encontraron el local cerrado y vaciado. Esperan una respuesta del dueño.

20 Enero de 2017 06:36
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El cierre de La Casa del Queso, un lugar tradicional de la calle Corrientes para la compra de -además de quesos, claro- fiambres y toda clase de 'delicatessen' para las picadas, tanto para llevar como para comer en el local- sorprendió a sus clientes gourmet, y lo que es mucho peor, a sus propios empleados. Cuando regresaron de sus vacaciones, se encontraron con que estaban despedidos y sin ningún tipo de indemnización."Llevamos 72 horas dentro del local y no nos iremos hasta tener una respuesta del dueño", dice Vilma Albornoz, una de las empleadas, que sólo regresa a su casa para bañarse. 

Como ella, el resto de los compañeros están apostados en el comercio y cada uno aporta un alimento o colchón para resistir hasta que reciban alguna novedad sobre su situación. "No nos pueden dejar así, todos necesitamos trabajar", se quejó.

El local está tomado por los empleados.

En el mismo espacio donde Vilma pasaba sus horas supervisando la tarea de los mozos y camareras, ahora acomoda su colchón para pasar el día esperando. "Nos cortaron el gas, pero calentamos agua como podemos y tomamos mate para pasar el día. Trajimos colchones, y no estamos comiendo mucho. Armamos turnos para dormir acá en grupos. Luego estamos en movimiento, hablamos con los medios, con abogados, vamos al ministerio, y otros permanecen en el local esperando que aparezca el dueño", cuenta en dialogo con BigBang.

Apostados en el comercio, los empleados reclaman una respuesta.

"Nos mandaron a todos de vacaciones durante 15 días y cuando volvimos encontramos que estaba todo cerrado. La empresa se justificó diciendo que ya no tenía dinero", sigue Albornoz, quien trabaja como encargada del local desde hace ocho años. Por el momento, uno de los dueños se comunicó con el empleado a cargo de la llave del local. "Le pidió que cambie el candado de entrada y nos saque. Le prometió llegar a un arreglo pero no cumplió con lo que le pidió. Estamos todos unidos y luchando en grupo", dice.

Los empleados se reunieron con las autoridades de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) y recibieron asesoría legal. Como medida de fuerza mantendrán de forma permanente la toma el local de la empresa, ubicado en la Avenida Corrientes al 3400, en el barrio porteño del Abasto. 

Sólo quedaron los jamones de cartón: el dueño se llevó toda la mercadería.

Las góndolas están vacías.

Los empleados niegan que el cierre se deba a problemas de rentabilidad de la fábrica. "Los dueños (Nelson Antonio, Juan Dreyer, Guido Dreyer y Susana Ferrari) aluden falta de presupuesto cuando el restaurante siguió trabajando bien hasta diciembre y es conocido que los dueños tienen varias propiedades", aseguraron en un comunicado. Y Vilma sostiene que se trata de "una maniobra pensada".

Solo quedaron las maquetas de telgopor de los quesos y otros fiambres.

Vilma dijo que "los dueños organizaron con tiempo el cierre del local". "Antes de irnos de vacaciones nos avisaron que cambiaría la titularidad de la empresa. No era algo extraño, en otras oportunidades lo hicieron, y a algunos los obligaron a renunciar para volver a ser tomados por la empresa nueva en cuestión. Pero nunca sucedió. Hay compañeros con 30 años de antigüedad que ahora figuran con nada", resume Vilma

Los empleados no quieren abandonar el lugar hasta que hablen con los dueños de la empresa.

"Todos tenemos hijos y lo preocupante es cuando llegue el final del mes y no vamos a tener plata para pagar el alquiler. El dueño se llevó todo, y sólo quedaron las maquetas de los fiambres, las mesas y el disgusto", finaliza indignada. 

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