por Agustin Gulman
09 Julio de 2015 06:01
Chuck Blazer comenzó a ser investigado en 2011 por los Estados Unidos debido a su enorme fortuna, valuada en 22 millones de dólares que eran escondidos en sociedades que funcionaban como pantalla y por posible evasión de impuestos. Blazer acordó colaborar con la justicia estadounidense para evitar ir a la cárcel.
Un mes atrás, cuando salió a la luz el escándalo de corrupción, se conoció que el “topo” que había filtrado datos era un extravagante millonario, miembro de la federación de fútbol mundial. Por esta razón es que esta mañana decidieron expulsarlo de por vida de la FIFA.
Pirata, pero del asfalto. Está acusado de recibir y pagar millones de dólares en sobornos.
Según explicó la FIFA en un comunicado, “Blazer cometió muchos y diversos actos de mala conducta continua y repetidamente durante su tiempo como funcionario en diferentes posiciones de alto rango e influyentes en la FIFA y Concacaf”. Además, lo acusan de ser un “jugador clave en los esquemas de oferta, aceptación, pago y recepción de los pagos no revelados e ilegales, sobornos y comisiones ilegales”.
La FIFA considera que Blazer violó varios artículos del Código Ético relativos a las reglas generales de conducta, los principios de lealtad, confidencialidad, deber de información y cooperación, conflicto de intereses, oferta y aceptación de regalos y otros beneficios y soborno y corrupción.
Chuck Blazer, de paseo con su ave.
La confesión de Blazer fue básica para los cargos que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó contra nueve directivos de la FIFA y otras cinco personas vinculadas a la organización, entre ellos, tres argentinos.