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Cómo fue el corte de rostro a Guarino y la respuesta al "perdón" de los rugbiers: "No les creemos"

Silvino y Graciela en un mano a mano minutos después del cierre del alegato de Hugo Tomei.

por Manuela Fernandez Mendy

28 Enero de 2023 08:00
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"¿En dónde están los papás de Fernando?". Esa fue la primera pregunta que Juan Pedro Guarino hizo el lunes 16 de enero, después de declarar durante más de dos horas en el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa al que sus ocho "ex amigos" llegaron como acusados. Parado en la puerta de la sala de audiencias ubicada en el primer piso del Tribunal, el ex imputado tuvo que esperar un buen rato hasta recibir una respuesta. Por qué Graciela y Silvino se negaron a hablar con él, cuál fue el destino de la carta que les escribió y la dura respuesta de los padres de la víctima al "orquestado perdón" que los rugbiers esbozaron en sus últimas palabras ante el Tribunal.

Los ocho imputados escucharon junto a sus familiares la declaración de Guarino, quien hizo malabares para no cruzar miradas; incluso cuando -puntero de madera en mano- lo pararon frente a ellos y le pidieron que los identificara en la secuencia fílmica que reproduce pixel a pixel el asesinato de Fernando. Al salir de la sala, lo esperaba su padre, Raúl

Después de reencontrarse con su hijo, Raúl protagonizó un tenso cruce con Marcial, el padre de Máximo Thomsen; quien se acercó a saludarlo con afecto y en respuesta recibió el desaire de Guarino padre. Tampoco accedió a hablar con Hugo Tomei, el abogado de los "rugbiers" y quien defendió a su hijo desde el 18 de enero del 2020 tras su detención. Era la primera señal "puertas adentro" de la ruptura del bloque. Antes, en la previa del inicio del juicio, ya había publicado una dura carta pública contra los imputados en la que les pedía perdón a Silvino a Graciela y exigía justicia por Fernando.

Mientras todo eso sucedía, Juan Pedro buscaba con desesperación a los padres de Fernando, que ese cuarto intermedio no se refugiaron en el pasillo del Tribunal que acogieron como "guarida" desde el inicio del juicio y subieron al segundo piso del Palacio ni bien terminó la declaración del ex imputado. 

"¿Podría hablar con ellos?", le preguntó Guarino a una persona del círculo íntimo de los padres de Fernando. "No están recibiendo a nadie", fue la respuesta que recibió. Con la carta escrita de su puño y letra en sus manos, Juan Pedro insistió: "Por favor, para mí es muy importante. Les escribí una carta". El hombre subió las escaleras de mármol y les preguntó a Silvino y a Graciela qué responderle. Al bajar, le transmitió el mensaje: "No va a ser posible".

El dolor de Inocencio y Olga, los tíos de Fernando: "Fue muy duro ver cómo los rugbiers fingían el llanto"

Si bien Guarino declaró durante más de dos horas ante el Tribunal, sus palabras dejaron un "sabor amargo" para los padres de Fernando, quienes esperaban más de él. "Quiso quedar bien con Dios y con el diablo. Dijo algunas cosas, pero se mostró muy reacio a la hora de identificarlos en los videos del asesinato. Se pisó en un par de oportunidades. Está claro que se fue sin decir muchas de las cosas que sabe", advirtió ese día a BigBang uno de los abogados del equipo de Fernando Burlando.

"¿Al menos te la puedo dejar para que se las entregues?", preguntó Juan Pedro, jugándose ya su última carta. "Sí, pero no te puedo prometer que la lean", le respondieron. Al salir del Tribunal, el estudiante de psicología brindó una improvisada conferencia de prensa en la que habló de la audiencia y destacó que le había escrito una sentida carta a Silvino a Graciela. Lo que no contó es que los padres de Fernando no quisieron saber nada y ni siquiera lo recibieron después de su declaración.

 

Días después, la propia Graciela confirmaría en una entrevista a la periodista Florencia Illbele del portal Infobae que jamás la tuvo en sus manos. "Sé que hay una carta dando vueltas, pero no me interesa leerla. Perdió su tiempo escribiendo. En lugar de eso, me hubiera gustado que dijera la verdad porque sabe mucho y no dio tantas explicaciones. Encima, uno lo ve en la foto que se sacó después de haber cometido el asesinato de mi hijo... Yo creo que podría haber declarado más. Al menos, eso esperaba".

La mamá de Fernando hizo alusión a la foto que Blas Cinalli compartió en el grupo de WhatsApp "El club del azote" minutos después del asesinato de Fernando, en la que Guarino sonríe junto al grupo de imputados e incluso levanta su dedo en señal de aprobación. En su declaración, Juan Pedro aseguró que no tuvo más diálogo con los "rugbiers" tras el crimen porque estaba "enojado" y sólo quería regresar a su casa en Zárate.

"No leímos la carta", sumó Silvino en la misma entrevista. "Guarino vino a declarar, contó algunas cosas de aquella noche y algunas otras se las guardó para él. No se hizo responsable", cerró, en un mano a mano que tuvo lugar en los días previos al inicio de los alegatos que tuvieron lugar este miércoles y jueves en la ciudad de Dolores.

El armado y lavado pedido de disculpas de los rugbiers en sus palabras finales ante el Tribunal

Después del alegato de Tomei, los ocho imputados por el asesinato se pararon frente al Tribunal y, sin mirar a Silvino y Graciela, brindaron sus últimas palabras antes del veredicto que tendrá lugar el próximo lunes seis de febrero. 

 

Lucas Pertossi: habló de "todo lo causado", "lo que pasó" y las disculpas fueron para las personas que "afectó"

"Ante todo quería pedir disculpas a la familia de Fernando por todo lo causado. Estoy muy arrepentido de lo que pasó. Estoy muy mal desde lo que pasó ese día, hasta el día de hoy. Estoy muy triste por todo lo sucedido y a toda persona que afecté quiero pedirle mil disculpas, nunca tuve intención de matar a nadie, ni de participar de ningún asesinato; para nada. Quiero decir gracias por este momento y por escucharme".Blas Cinalli: del "flasheamos, matamos a uno", al "lo que pasó"

"Quiero pedir disculpas a todas las personas afectadas con lo que pasó, es algo que duele muchísimo hasta el día de hoy. Es muy triste en realidad. No hubo ningún plan, ni nada de lo que se dice".Matías Benicelli: para él no hubo asesinato, ni muerte... sólo algo que "pasó"

"Bueno, primero que nada quiero pedirle perdón a la familia de Fernando. Porque nunca quise que esto pasara. Nunca tuve ningún plan, ninguna intención de matar a nadie. Todos los días lo pienso, todos los días estoy arrepentido de lo que pasó. Ojalá pueda volver el tiempo atrás (Sic), pero ya no se puede. Pero quiero dejar en claro que nunca quise matar a nadie".Ciro Pertossi: las disculpas fueron por "haber estado en el lugar"

"Quiero decir que estoy muy arrepentido de todo lo que pasó. Por favor, pedirle perdón a la familia por haber estado en el lugar, haber estado en una pelea donde (Sic) falleció un chico de nuestra edad; que es muy feo. Nunca voy a querer matar a nadie, es algo que a mí me afecta mucho. Nada, pedirle perdón. Se murió alguien de nuestra edad, es muy feo. Es muy feo de lo que se nos acusa también".Ayrton Viollaz: definió el asesinato de Fernando como "algo que pasó"

"Hola, muy buenos días. Quiero pedirle perdón a la familia de Fernando. Jamás pensé que iba a pasar algo así, estoy muy arrepentido de esto. Muchas gracias por este espacio que me están dando, que Dios los bendiga".Máximo Thomsen: para él, Fernando no fue asesinado, sólo "se murió"

"Bueno, primero que nada quería pedir disculpas a la familia y a todas las personas que fueron afectadas. Jamás hubiese pensado que algo así podría llegar a pasar. Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad y jamás tuvimos intención de algo así. Quiero pedir disculpas, sé que a veces las disculpas no alcanzan, pero ojalá pudiese volver el tiempo atrás y revertir todo esto. Pero no lo podemos hacer y no nos queda otra que pedir disculpas. Estoy muy arrepentido. Gracias por este espacio y siempre vamos a acatar lo que ustedes decidan. Gracias".Enzo Comelli: el crimen fue un "hecho aberrante" 

"Muy buenos días, Tribunal. Sinceramente quiero dar mis disculpas a la familia de Fernando. También a mi familia le quiero pedir disculpas y a todas las personas que fueron afectadas lamentablemente por este hecho aberrante. Falleció una persona, como mis amigos dijeron, de nuestra misma edad; que al igual que nosotros tenía toda la vida por delante. La verdad le quiero dar mis sinceras... mis disculpas a todos los involucrados, que no fueron sólo nuestras familias o la familia de Fernando; sino cada una de las personas que dieron testimonio, que pasaron por este calvario y se sentaron ahí. Quiero agradecer por este espacio y siempre voy a estar a su disposición. Muchas gracias y que tengan buen día".Luciano Pertossi: las disculpas fueron por participar de una pelea en donde "falleció una persona"

"Buen día. Primero, quiero pedirle disculpas a la familia Báez Sosa y a cualquier persona que haya sido afectada con esto. Decir que nunca quise, ni quería participar de una pelea donde fallezca (Sic) una persona. Pido mil disculpas por todo, por todo lo malo y siento que lo que ustedes decidan o digan va a ser lo correcto. Le pido a Dios que sea algo bueno para todos".El reloj marcaba las 14.28 de la tarde cuando los imputados comenzaron uno a uno a dar sus últimas palabras. El primero en hacerlo fue Lucas Pertossi, quien en ningún momento miró a los padres de Fernando. Graciela lo miró fijo durante su breve exposición, al igual que Silvino; quien no pudo esconder su disgusto. Luego, llegó el turno de Blas Cinalli. Graciela se mantuvo firme en su expresión, pero la ofuscación del papá de Fernando ya era más evidente: lo escuchó de brazos cruzados y con su mentón en alto.

 

Cuando llegó el turno de Máximo Thomsen, el único que lloró a la hora de hablar, Silvino y Graciela no dieron acuso de recibo. Mientras el principal acusado del asesinato de su hijo brindaba un nuevo show en la sala, ellos se pusieron a hablar con algunos de los integrantes del equipo de Burlando. La exposición del imputado se extendió y, en ese momento, Graciela bajó su mirada. Silvino, en cambio, lo miró fijo hasta que terminó de hablar, sin ocultar su desprecio. Mientras tanto, Marcial Thomsen se puso de pie y, mientras su hijo hablaba, lo único que hizo fue mirar al techo. 

Segundos después, María Claudia Castro -presidenta del Tribunal- dio por terminada la etapa de alegatos y anunció para sorpresa de todos los presentes que le veredicto no tendría lugar el 31 de enero como se esperaba, sino que llegaría recién el seis de febrero. La sala se desalojó de inmediato y los padres de Fernando volvieron a refugiarse en su pasillo para evitar cruzarse con los padres de los imputados.

"Estamos bien, sólo queremos justicia por Fer", reconoció en ese momento Graciela a BigBang. "A esta altura, ya no hay más nada que decir o perdonar. Lo único que quiero es que se haga justicia y que mi hijo pueda, después de tanto tiempo, tener un poco de paz", sumó Silvino, visiblemente aliviado tras la agitada semana que vivieron en Dolores.

"Y lo hice sin leer": Tomei chicaneó a Burlando y los padres de los rugbiers lo festejaron

A pocos metros se encontraban Inocencio, el hermano de Graciela; y su mujer, Olga. "Somos los tíos de Fer", se presentaron. No pudieron presenciar ninguna de las audiencias, pese a que viajaron especialmente de Paraguay el miércoles de la semana pasada para acompañarlos. Recién ingresaron a la sala en la etapa de los alegatos y no pudieron contener sus lágrimas mientras los imputados le hablaban al Tribunal.

"Fue muy duro escucharlos (a los rugbiers), ver cómo fingían el llanto. Fue muy duro para todos, en especial para Silvino y Graciela", reconoció de inmediato Inocencio, al tiempo que advirtió: "Graciela no está bien. Está muy angustiada y esto (por el juicio) la está movilizando muchísimo. El cuerpo ya le está pasando factura. Nuestra idea era quedaron hasta el 31 (de enero) para acompañarlos, pero la decisión del Tribunal complicó los planes".

"No sé si vamos a poder viajar para acompañarlos. Haremos todos lo posible, pero hace una semana que estamos acá y tenemos que trabajar. Vamos a ver la forma de poder estar con ellos, porque va a ser un momento muy duro", se lamentó Olga, mientras los padres de Fernando charlaban a pocos metros con Burlando.

Preocupado por su hermana y su cuñado, Inocencio pidió que "no los dejen solos" y agradeció el cariño de la Argentina, "el país que ellos eligieron para criarlo a Fer". "A Graciela le cuesta mucho estar lejos de su casa, ahí están todas las cosas de Fernando y nos preocupa la vuelta a su casa, sea cual sea la condena. Nosotros viajamos la semana pasada de Paraguay y nos estamos quedando con ellos, pero la vuelta va a ser dura. Ellos eran tres acá, estaban solitos y ahora son dos, como escribió Silvino".

 

"¿Cómo era Fer? Era un ser de luz, un amor... era el líder de su grupo de amigos, lo querían todos. No tenía enemigos, ni maldad. Tenía mucha vida por delante, todo un futuro. Y Julieta (la compañera del joven estudiante de derecho al momento del crimen) es muy chica, muy jovencita para estar viviendo tanto dolor. Les pido que no los dejen solos", cerró.

Antes de abandonar el Tribunal, Graciela y Silvino posaron junto al equipo de abogados que los representa. "¿A dónde van ahora?", les preguntó Burlando, y sumó: "Vénganse a comer con nosotros, que nos vamos a una parrillita. Vénganse, no se queden solos". Los padres de Fernando aceptaron la invitación y le agradecieron al abogado la oferta de regresar con ellos a Buenos Aires, pero ya habían decidido extender su estadía en Dolores "unos días más".

 

"Nos vamos a quedar unos días más, porque todavía tengo que resolver unas cositas acá", se excusó Graciela. "¿Se van a volver dolorenses?", bromeó Fabián Améndola, en un intento por descomprimir la tensión y la angustia de ambos. "Acá nos sentimos como en casa, la ciudad nos abrazó. Son todos muy cariñosos con nosotros y eso nos ayuda mucho".

Segundos después, Silvino y Graciela abandonaban el Tribunal. A pocos metros, detrás del vallado policial, una decena de cámaras de televisión los esperaban como a la salida de cada una de las audiencias y aguardaban su esperada palabra tras el "pedido de perdón" de los ocho acusados de asesinar a golpes a su único hijo.

"El perdón estuvo muy preparado, aunque tampoco me importa mucho si piden perdón. A esta altura de la situación estamos con el mismo perdón", lamentó Silvino. Graciela, en cambio, no edulcoró su posición: "Fueron cobardes cuando pidieron disculpas porque no me miraron a la cara. Parecía todo estudiado porque todos los imputados dijeron la misma palabra, así que considero que no era necesario. A mí nadie me devuelve a mi hijo".

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