05 Mayo de 2025 13:20

El gobierno de Javier Milei vuelve a dar que hablar. Este lunes, el Boletín Oficial sorprendió con una nueva ampliación presupuestaria para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), esta vez por casi 7 millones de dólares.
Sin embargo, lo que más llama la atención no es el monto —aunque no deja de ser considerable—, sino la forma en que se llevó a cabo: mediante una decisión administrativa que, convenientemente, evita el escrutinio del Congreso.
La Decisión Administrativa 10/2025, firmada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, establece una transferencia de más de 25.000 millones de pesos al Programa de Información e Inteligencia. De ese total, unos 8.000 millones están reservados exclusivamente para los gastos más confidenciales de la SIDE. Sí, esos fondos que tienen un destino tan misterioso como un episodio de Stranger Things.
¿Por qué esto es relevante? Porque esta maniobra administrativa le permite al Ejecutivo sortear la revisión del Congreso, algo que no ocurrió con las ampliaciones anteriores realizadas mediante decretos de necesidad y urgencia (DNU).
Cabe recordar que el último DNU de Milei relacionado con la SIDE, en julio de 2024, terminó siendo rechazado tanto por Diputados como por el Senado. Fue un golpe histórico: el único DNU en la historia argentina que no pasó el filtro legislativo.
Sin embargo, Milei y su equipo parecen haber aprendido la lección y, en lugar de arriesgarse a otro revés parlamentario, optaron por un trámite administrativo que no requiere el visto bueno del Congreso. ¿Astucia política o un atajo preocupante? Depende de a quién se le pregunte.
Historial de ampliaciones millonarias
Esta no es la primera vez que la gestión Milei refuerza los fondos para la SIDE. En marzo pasado, ya había destinado más de 7.300 millones de pesos adicionales al organismo, incluidos 1.600 millones en gastos reservados. Y en julio de 2024, en un movimiento polémico, amplió los fondos reservados en unos 100.000 millones de pesos tras disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y restaurar la vieja SIDE bajo el mando de Sergio Neiffert, un hombre cercano a Santiago Caputo.
Ese decreto generó un aluvión de críticas y terminó siendo rechazado por el Congreso, marcando un precedente inédito. Ahora, con esta nueva ampliación hecha por decisión administrativa, el gobierno parece haber encontrado una forma más discreta —y menos debatible— de seguir financiando a su organismo de inteligencia.
La ampliación presupuestaria para la SIDE llega en un contexto económico complicado para Argentina, donde cada peso cuenta y las demandas sociales reflejadas cada miércoles en las marchas de jubilados no cesan; mientras tanto, el gobierno de las fuerzas del cielo justifica estas transferencias argumentando la necesidad de fortalecer las "capacidades estratégicas del país". Sin embargo, muchos se preguntan si esta insistencia en aumentar los fondos para inteligencia es realmente una prioridad o si responde a otros intereses menos claros.
En cualquier caso, lo que queda claro es que Javier Milei encontró en las decisiones administrativas una herramienta poderosa para avanzar sin mayores obstáculos legislativos. ¿Será este el inicio de una nueva tendencia en su gestión? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, la ampliación para la SIDE sigue generando más preguntas que respuestas.