08 Octubre de 2015 12:05
Katelyn Thornley tiene 12 años, vive en Texas, Estados Unidos, y tiene un problema tan inexplicable como incontrolable: no puede parar de estornudar. Sencillamente no lo puede controlar. Puede hacerlo hasta 12.000 veces por día.
Este mal la aqueja desde hace 3 semanas, y la jovencita ya visitó a seis médicos distintos, pero ninguno pudo dar con la causa de estos estornudos.
Katelyn lamenta lo que le sucede, y dice que no puede ir al colegio. Sus compañeros la burlan. “Estoy muy cansada porque me cuesta dormir”, se queja. “Tengo un dolor constante; las piernas me duelen y apenas puedo comer”, dice.