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Crece la tensión mundial

Trump bombardea Irán y Milei aplaude: Argentina celebra el ataque y refuerza la seguridad en objetivos israelíes en Buenos Aires

El presidente estadounidense anunció con euforia la destrucción de complejos nucleares iraníes.

23 Junio de 2025 08:33
Trump y la bandera de Israel
Trump y la bandera de Israel

En una jornada marcada por el vértigo geopolítico, el mundo asistió a una escalada sin precedentes en Medio Oriente tras los bombardeos ordenados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra las principales instalaciones nucleares iraníes. En su primera aparición pública tras el ataque, Trump celebró la ofensiva con un mensaje triunfalista en su red Truth Social: "Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes satelitales. ¡Destrucción es un término preciso! La estructura blanca que se muestra está profundamente incrustada en la roca, con incluso su techo muy por debajo del nivel del suelo y completamente protegida de las llamas. Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡¡¡En el blanco!!!".

Trump celebró la ofensiva con un mensaje triunfalista en su red Truth Social
Trump celebró la ofensiva con un mensaje triunfalista en su red Truth Social

El ataque, que afectó duramente las instalaciones subterráneas de Isfahán, Natanz y Fordow, fue ejecutado en coordinación con Israel y detonó una nueva fase del enfrentamiento directo entre ambos países. A once días del inicio de esta guerra abierta, Irán juró venganza. En palabras de Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo Alí Khamenei, "cualquier base utilizada por Estados Unidos, en la región o en otro lugar, será blanco de nuestras fuerzas". La tensión escaló aún más durante las primeras horas del lunes, cuando Irán lanzó misiles balísticos hacia el norte y centro de Israel, lo que desencadenó nuevos bombardeos de represalia israelíes sobre la ciudad iraní de Kermanshah. Entre amenazas de cierre del Estrecho de Ormuz y advertencias de tragedia, el mundo camina al borde del abismo.

Argentina, en el centro del tablero... con aplausos

Lejos de mostrarse neutral o preocupado por la escalada bélica, el gobierno argentino —alineado desde su llegada al poder con la ultraderecha global— eligió celebrar públicamente el accionar militar de Estados Unidos. El ministro de Defensa, Luis Petri, fue uno de los primeros en manifestar su respaldo: "Mañana el mundo despertará más libre y en paz. Fuimos víctimas del terror de Irán y lo pagamos con sangre de inocentes. ¡Gracias, presidente Javier Milei! Estamos en el lado correcto de la Historia".

Su mensaje fue retuiteado por el propio Milei, quien había mantenido silencio tras el ataque, pero avaló así la postura de su ministro. Más tarde, el vocero presidencial, Manuel Adorni, también sumó su adhesión con una escueta frase: "Terrorismo nunca más. Fin", que fue amplificada por el jefe de Estado. La maquinaria de comunicación libertaria se puso en marcha con entusiasmo. 

Agustín Romo, jefe del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados bonaerense, sostuvo que esta es "la primera vez que Argentina está del lado correcto. Y lo más importante: del lado ganador". A esa lógica de vencedores se sumó Juan Carreira, director de Comunicación Digital, quien calificó a Trump como "el mejor presidente de la historia moderna" y justificó la ofensiva militar bajo el argumento de "impedir que Irán acceda a la bomba nuclear".

El ministro de Defensa, Luis Petri, fue uno de los primeros en manifestar su respaldo
El ministro de Defensa, Luis Petri, fue uno de los primeros en manifestar su respaldo

Con una batería de posteos técnicos y propagandísticos, Carreira intentó explicar cómo Irán, según inteligencia occidental, habría avanzado en el enriquecimiento de uranio con fines bélicos. "Solo Estados Unidos tiene el armamento para destruir los sitios de verdad", sentenció. Más allá de los funcionarios formales, los influencers libertarios también tomaron la palabra. 

El más efusivo fue Daniel Parisini, alias "El Gordo Dan", quien no dudó en convertir el drama geopolítico en una fiesta de redes: "Qué espectacular. Qué contento que estoy. Lloran los zurdos en el mundo. Yo festejo. Gracias Donald. Gracias Javo". Mientras tanto, el riesgo de represalias contra intereses israelíes en Argentina activó una fuerte respuesta policial. La Ciudad de Buenos Aires reforzó la custodia en al menos 19 objetivos sensibles.

Entre ellos se encuentran la embajada de Israel, residencias diplomáticas, colegios y, especialmente, la sede de la AMIA, blanco del atentado terrorista de 1994. El operativo, realizado en conjunto con la División de Intervenciones Rápidas, incluye patrullajes, controles en puntos estratégicos y custodia fija. "Ante el escenario internacional actual, reforzamos los dispositivos de protección para prevenir cualquier intento de agresión", aseguraron desde el gobierno porteño.

De acuerdo con las autoridades, mantendrán las medidas mientras se evalúe el nivel de amenaza. El alineamiento incondicional con la ofensiva de Trump marca un quiebre en la tradición diplomática argentina, históricamente apegada al principio de no intervención y a la resolución pacífica de los conflictos. Desde el retorno de la democracia, nunca un gobierno nacional había celebrado un ataque militar extranjero con semejante efusividad. El giro marca un punto de no retorno: la Argentina ya no se limita a adherir a los intereses de Washington, sino que se convierte en un actor discursivo activo del eje ultraconservador global. Lo hace, además, con funcionarios que festejan la guerra como si fuera un evento deportivo y con un aparato comunicacional que trivializa el horror de un conflicto que, cada hora, suma nuevas amenazas de catástrofe.

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