Paradójico
23 Julio de 2025 12:55
Alejandra "Locomotora" Oliveras, cinco veces campeona mundial de boxeo y símbolo de esfuerzo y superación, enfrenta hoy el desafío más grande de su vida: a sus 47 años, la boxeadora santafesina lucha por sobrevivir luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico que la mantiene en estado crítico.
Su historia, marcada por el coraje y la pasión, se escribe ahora en un hospital, donde un equipo médico multidisciplinario lucha codo a codo junto a ella. El doctor Alejandro Musacchio, jefe de Neurorradiología del Hospital Cullen, fue quien compartió detalles sobre el complejo cuadro clínico de la deportista.
"El estado irreversible siempre nos puede dar una sorpresa. Sigue igual después de la cirugía: grave, pero estabilizada en esa gravedad", señaló con cautela. Sin embargo, no dejó de remarcar el espíritu inquebrantable que siempre caracterizó a Oliveras: "Ella tendría todo su espíritu bondadoso para las demás personas, pero con ella tuvo un poquito de falta de control. Tenía una patología en la arteria carótida del lado derecho, y era hipertensa y no se hacía controlar", contó apenado el doctor Musacchio.
La paradoja es desgarradora. Una mujer que dedicó su vida a inspirar a otros, a pelear por sus sueños y a extender su mano a quienes lo necesitaban, hoy enfrenta las consecuencias de haber descuidado su propia salud. La acumulación de calcio en su arteria carótida y su hipertensión no tratada fueron los detonantes de este episodio crítico.
Según relató Musacchio, el ACV ocurrió mientras dormía: "Aparentemente, ella se acostó a dormir y durante el sueño se le produjo el ACV. Cuando se despierta ya tenía el déficit motor del lado izquierdo pero estaba consciente y llamó a sus hijos".
Ese acto de valentía al pedir ayuda refleja la esencia luchadora de Oliveras. Sus hijos la trasladaron rápidamente a un centro de atención primaria, desde donde fue derivada al Hospital Cullen. Pero el tiempo jugó en su contra: "Al Cullen llegó tarde, fuera de la ventana de atención. No estaba consciente y estaba confusa, ya contaba con ocho horas de comenzado el evento. Cuando se le realizan los estudios tenía instalado el infarto profundo", explicó el médico.
Desde entonces, es monitoreada minuto a minuto por un equipo compuesto por especialistas en terapia intensiva, neurología y neurocirugía. Musacchio detalló las medidas extremas que se tomaron para intentar salvar su vida: "Uno hace todo para tratar de salvarle la vida, pero está grave. La lesión cerebral que tiene es muy grave. Para que no fallezca se le hizo la craniectomía descompresiva; se le sacó un gran pedazo de hueso de cráneo para que el cerebro salga y no se comprometa", explicó con contundencia.
La cirugía fue realizada 48 horas después de su ingreso al hospital y tenía como objetivo aliviar la presión en su cerebro para evitar daños mayores. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto: "Mantiene respuestas desde el punto de vista del tronco, de los sistemas motores y de algunos de flexión. Más allá del cerebro, está con asistencia respiratoria, tiene sondas y tubos", agregó Musacchio.
La historia de Alejandra Oliveras es la de una luchadora que nunca se rindió ante la adversidad. Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en una leyenda del boxeo femenino, siempre fue ejemplo de resiliencia y entrega. Hoy, mientras permanece en estado crítico, su legado sigue inspirando a quienes ven en ella un modelo de lucha y esperanza. ¡Fuerzas!
