13 Noviembre de 2015 16:03
Mientras Francia y Alemania jugaban su partido amistoso en el Stade de France, se escuchó una de las explosiones que se produjeron alrededor del estadio. Las estimaciones hablan de que en las inmediaciones del lugar se detonaron entre 2 y 3 granadas que dejaron 3 muertos y 10 heridos. El encuentro entre ambas selecciones iba 0 a 0 y de pronto se oyó la detonación. El público acompañó con un “uhhh”, pero nada hacía presagiar lo que estaba ocurriendo.
El presidente francés, Francois Hollande, que estaba presenciando el partido, fue evacuado de inmediato del estadio en un helicóptero. En ese momento, en otros sectores de París se sucedían los atentados, que por el momento -y según informó la policía francesa- dejó al menos 26 muertos.
Las autoridades cerraron las puertas del estadio. Nadie entra y nadie sale, pero no informaron a la multitud lo que estaba acontenciendo. Una vez que terminó el partido, en el que los galos se impusieron 2 a 0 con goles de Olivier Giroud y André Gignac, la gente se enteró de lo que acontecía en la ciudad y entró en pánico. Saltaron al campo de juego y allí permanecieron a la espera de novedades.
Esta situación se da en el Stade de France, donde en menos de un año se disputará la final de la Eurocopa.